Estados Unidos pidió ayuda a la población para definir qué calidad de internet puede denominarse "banda ancha", en un paso que podría afectar a la forma en que la industria ofrece sus servicios.
La Comisión Federal de Comunicaciones (FCC, por sus siglas en inglés) emitió un comunicado en el que llama a los ciudadanos a realizar aportes al plan de banda ancha que se remitirá al Congreso a mediados de febrero.
La FCC también dijo que estudia hacer otro llamado público para estudiar la naturaleza competitiva de la industria inalámbrica estadounidense, en un intento por "fomentar una mayor innovación e inversión".
Esta iniciativa muestra que el nuevo Gobierno quiere evaluar si los clientes pueden tener mejores servicios a precios más asequibles.
El pedido de opiniones sobre la banda ancha también pondrá el foco en la forma en que los reguladores deberían proceder para tratar de determinar temas como la velocidad, la accesibilidad, el costo y el número cada vez mayor de suscriptores.
Entre las cuestiones planteadas está con qué frecuencia debería actualizarse la definición. "Una definición estática fracasará en abordar necesidades y hábitos dinámicos", dijo la FCC.
Estados Unidos va por detrás de muchos países europeos y asiáticos en términos de velocidad de banda ancha.