Estados Unidos vetó este lunes un proyecto de resolución de la ONU que rechazaba la decisión de Donald Trump de reconocer a Jerusalén como capital de Israel, y que contó con el apoyo del resto de los miembros del Consejo de Seguridad.
El solitario veto interpuesto por la embajadora Nikki Haley revela el aislamiento de Washington tras el anuncio de Trump de mudar la embajada estadounidense de Tel Aviv a Jerusalén, ignorando los reclamos palestinos sobre la ciudad santa.
Tras votar en contra del proyecto de resolución de la organismo la representante de EEUU señaló, "lo que hemos presenciado hoy aquí en el Consejo de Seguridad es un insulto. No lo olvidaremos", dijo Haley, describiendo la medida votada por el resto de los miembros del cuerpo como "un ejemplo más de que Naciones Unidas hace más mal que bien en el tratamiento del conflicto israelo-palestino".
Este lunes el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas votará para pedir a Estados Unidos que revoque su decisión de dicho país.
La resolución no menciona explícitamente a Estados Unidos sino que "lamenta profundamente decisiones recientes en torno al estatus de Jerusalén".
Enfatiza que "el tema de Jerusalén forma parte de una solución definitiva y que debe ser resuelto mediante negociaciones en base a las resoluciones de la ONU relevantes".
Añade que "cualquier decisión o acción que pretenda alterar el carácter, el estatus o la composición demográfica de la ciudad santa de Jerusalén no tiene validez alguna, es totalmente nula y debe ser revocada".
"Pedimos a todos los estados que se abstengan de ubicar sus misiones diplomáticas en la ciudad santa de Jerusalén", agrega el documento.
La resolución pide a todos los países acatar las 10 resoluciones que se han aprobado en torno a Jerusalén desde 1967, incluyendo la condición de que el tema sea resuelto en negociaciones directas entre los israelíes y los palestinos.
Pide además revertir "las tendencias negativas en el terreno que están entorpeciendo la posibilidad de llegar a una solución de dos estados", y pide intensificar gestiones internacionales y regionales para alcanzar la paz en el Medio Oriente