Estados Unidos y la Unión Europea iniciaron este lunes las  negociaciones para un histórico acuerdo bilateral de libre comercio, pese a los temores de Europa por un programa de espionaje de Washington que había amenazado con retrasar el inicio de las conversaciones tras casi dos años de preparativos.

El representante comercial de Estados Unidos, Mike Froman, se refirió a los beneficios económicos que el acuerdo generaría, no sólo para Estados Unidos y Europa, sino para el sistema de comercio global.

"Tenemos la oportunidad de complementar una de las más grandiosas alianzas de todos los tiempos con una relación económica de igual peso", dijo Froman en declaraciones a las dos delegaciones mientras se desarrollaban las negociaciones en Washington.

"Y tenemos la oportunidad trabajar juntos para establecer y reforzar normas y estándares internacionales que ayudarán a informar y fortalecer un sistema de comercio multilateral y basado en reglas".

En febrero, el presidente estadounidense, Barack Obama, y los líderes europeos anunciaron su decisión de promover un pacto comercial, pero en los meses posteriores al anuncio las revelaciones sobre la vigilancia de Washington de registros telefónicos y de internet sembraron dudas respecto al inicio de las negociaciones.

Acusaciones contra Washington por un presunto espionaje a la Unión Europea (UE) empeoraron el ambiente. Francia sugirió que la ronda de apertura de las conversaciones se postergara dos semanas, pero posteriormente cedió para que las negociaciones pudieran empezar.

Algunas compañías de internet de Estados Unidos, como Google Inc y Facebook Inc, por su parte, están preocupadas de que las normas de privacidad de la UE puedan elevar sus costos y quitarles competitividad al restringir el flujo de datos entre fronteras.

La denominada Sociedad Transatlántica de Comercio e Inversión sería el acuerdo de libre comercio más grande del mundo: cubriría casi el 50% de la producción económica global, el 30% del comercio internacional y el 20% de la inversión extranjera directa a nivel mundial.

El Centro para la Investigación de Política Económica (CEPR por su sigla en inglés), con sede en Londres, estima que el ambicioso pacto, que elimina tarifas y reduce barreras regulatorias, podría impulsar el crecimiento económico de la UE y Estados Unidos en más de us$100.000 millones de dólares anuales.

Estados Unidos y la UE ya son principales socios de comercio e inversión entre sí, con relaciones comerciales bilaterales que totalizaron más de US$646.000 millones el año pasado.