Ni el gobierno estadounidense ni la OEA recibirán a miembros del gobierno "de facto" de Honduras si su Presidente designado por el Congreso, Roberto Micheletti, envía una delegación a Washington para explicar su versión del golpe de Estado, se afirmó hoy en la capital norteamericana.
"El gobierno de Estados Unidos no recibe a representantes de un gobierno de facto", dijo un alto funcionario de la administración norteamericana en Washington la noche del martes, bajo condición de anonimato.
Paralelamente, la Organización de Estados Americanos (OEA), tampoco recibiría a una delegación del gobierno juramentado tras el golpe de Estado, acción internacionalmente condenada, aseguró por su parte el secretario general adjunto del organismo, Albert Ramdin.
"No, porque los Estados miembro de la OEA han dicho muy claramente que no reconocen a nadie más que al Presidente Zelaya como el Presidente constitucional de Honduras", explicó Ramdim a periodistas en el marco de la Asamblea General extraordinaria convocada hoy para debatir una resolución sobre Honduras.
"No van a hablar con el actual régimen de Honduras", insistió Ramdim, quien incluso descartó un encuentro directo con el gobierno de Micheletti en caso de que el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, viaje finalmente a Tegucigalpa en los próximos días.
Diversos medios habían reportado desde Tegucigalpa la intención de Micheletti de enviar a su canciller, Enrique Ortez, y a varios diputados a Washington este miércoles en el marco de una "ofensiva diplomática" para explicar la postura del gobierno instalado tras la deportación de Zelaya a Costa Rica, que asegura, frente a la postura internacional, que los hechos no constituyen un golpe de Estado.
Por su parte, Micheletti, advirtió que no renunciará, sin importarle la creciente presión internacional para que el derrocado Manuel Zelaya sea restituido en el cargo. "Fui nombrado por el Congreso que representa al pueblo hondureño. Nadie me puede obligar a renunciar si yo no cometo faltas contra las leyes del país", afirmó.
El fiscal general hondureño, Luis Alberto Rubí, señaló en una conferencia de prensa, que se acusará a Zelaya por traición a la patria, atentar contra la forma de gobierno democrático, abuso de autoridad, usurpar funciones públicas y desobedecer la Constitución y las leyes. Agregó que le aguardan "al menos 20 años en la cárcel".
Además, advirtió que "la orden contra el ex gobernante ya la giramos a nivel internacional a manera de que sea capturado en cualquier parte del mundo donde esté".