El nuevo medio independiente cubano, el portal 14ymedio de la bloguera opositora Yoani Sánchez, continuaba bloqueado en la isla este jueves al día siguiente de su debut en Internet, acción denunciada como censura por Estados Unidos y la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP).
El portal 14ymedio fue bloqueado en los servidores de la isla el miércoles tres horas después de su lanzamiento y en su lugar aparece una página llamada Yoanislandia, que contiene ataques a Sánchez y artículos de blogueros oficialistas cubanos.
"Mucho trabajo en 14ymedio: el reto es mantener el sitio actualizándose varias veces al día", escribió Sánchez este jueves en Twitter, a pesar de que su portal no publicó nueva información, salvo la actualización de la agenda cultural y del informe meteorológico.
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Sánchez reaccionó al bloqueo afirmando que "nada hay más atractivo que lo prohibido" e indicó que a su portal "se puede ingresar desde Cuba con proxy anónimo", sin dar detalles.
Washington criticó el bloqueo del portal este jueves, diciendo que "el gobierno cubano sigue limitando libertades fundamentales, incluyendo la de expresión y de prensa, de asamblea y libre información hacia, desde y dentro de la isla".
"Los cubanos merecen el derecho de expresarse libremente y hacer demandas a su gobierno", agregó un portavoz del Departamento de Estado.
Las autoridades comunistas y la prensa oficial han guardado silencio sobre el nuevo medio.
La prensa independiente fue silenciada en la isla a comienzos de la década de 1960 por Fidel Castro. El presidente Raúl Castro, quien sucedió a su hermano en 2006, ha impulsado reformas económicas y eliminado prohibiciones, pero ha descartado una apertura política.
"EL MUNDO ESPERABA MAYOR TOLERANCIA"
En Miami, la SIP rechazó la "censura" al periódico digital de Sánchez, una bloguera y filóloga de 38 años que ha ganado varios reconocimientos en el exterior.
"Aunque la medida no causa sorpresa, el mundo esperaba mayor tolerancia del gobierno de Raúl Castro, considerando sus esfuerzos por mostrar una imagen más positiva, más abierta para concitar mayor atención de la comunidad internacional", señaló en un comunicado el encargado de libertad de expresión de la SIP, Claudio Paolillo.
"Lamentablemente esta censura demuestra que el gobierno cubano sigue pensando que la libertad de expresión es una concesión que hacen las autoridades, no un derecho natural del ser humano", afirmó.
El primer medio independiente en 50 años no ha tenido hasta ahora impacto entre los cubanos, más preocupados por las dificultades de la vida cotidiana, a lo que se suma el control estatal sobre la prensa y la escasa cobertura de Internet en la isla, de las más bajas de América Latina.
"No sabía nada, no he oído ningún comentario", dijo a la AFP Elsa, de 43 años, empleada de la empresa estatal de telecomunicaciones Etecsa.
"Hablé con pocas personas, pero nadie me comentó nada, parece que no se enteraron", indicó por su lado María, una empleada bancaria de 58 años.
En el exterior, en cambio, donde 14ymedio puede leerse sin dificultades, hubo mayor repercusión, de manera similar a lo ocurrido en los últimos años con el blog 'Generación Y' de Sánchez y sus publicaciones en las redes sociales.
En Miami, grupos del exilio cubano se congratularon por el lanzamiento del medio digital, pero reconocieron que el reto es que pueda ser leído en la isla.
En los años 80, cuando el gobierno estadounidense de Ronald Reagan creó Radio y TV Martí para transmitir noticias a Cuba, Fidel Castro bloqueó sus señales y desde entonces su audiencia es básicamente de cubanos que viven en Miami.
El nuevo medio fue bautizado 14ymedio por el piso del apartamento de Sánchez en La Habana (el decimocuarto), por la "y" de su famoso blog "Generación Y" y por tratarse de un "medio" noticioso, explicó la bloguera.
La edición inaugural contenía una carta de 28 personalidades de todo el mundo que exigía al gobierno cubano respeto al diario, un reportaje sobre violencia nocturna en La Habana y una entrevista al escritor opositor Ángel Santiesteban, preso bajo cargos de violencia intrafamiliar.
