Estados Unidos calificó hoy las acciones del gobierno de facto de Honduras como "deplorables y tontas", pero a la vez criticó duramente al derrocado Presidente Manuel Zelaya, al que instó a dejar de actuar "como una estrella de cine" y "portarse como un líder", llamando a la paz.

La expulsión de diplomáticos de la Organización de Estados Americanos (OEA) y las amenazas a misiones diplomáticas en Tegucigalpa son actos "deplorables y tontos porque no sirven a los intereses de Honduras ni del régimen golpista en sí", sostuvo el embajador alterno estadounidense ante la OEA, Lewis Amselem, ante el Consejo Permanente que debate la situación en Honduras.

Constituyen además un "insulto a la comunidad internacional" y al organismo interamericano, agregó el diplomático norteamericano, según el cual a Washington lo que "más" le preocupa es la decisión del gobierno de Roberto Micheletti de emprender "acciones contra las libertades civiles" al decretar la víspera restricciones de la libertad de reunión y opinión.

Sin embargo, a la par el representante de Estados Unidos ante la OEA realizó también duras críticas a la actitud de Zelaya, quien el sábado llamó a la "ofensiva final" y llamó a sus seguidores en todo el país para que marchen a Tegucigalpa este lunes, cuando se cumplen tres meses del golpe de Estado lo derrocó.

Zelaya "tiene que portarse como un líder y enviar mensajes claros que expresen puntos de vista de manera pacífica, tiene que dejar de hacer acusaciones y de actuar como si fuese una estrella de cine", criticó Amselem.

"Todo va a mejorar si todas las partes se abstienen de la provocación y de la instigación a la violencia", continuó el diplomático estadounidense, quien instó "a todas las partes" a aceptar de una vez el Acuerdo de San José.

Amselem recordó que Estados Unidos le pidió a Zelaya "en muchas ocasiones" desde el golpe de Estado que no tratara de regresar antes de lograr un acuerdo político porque le "preocupaban los problemas que hay ahora" en Honduras.

En este sentido, sostuvo que ahora el derrocado mandatario y los que le ayudaron en su retorno tienen una "responsabilidad especial" para "prevenir la violencia y mantener el bienestar" en Honduras.

"Habiendo Zelaya decidido volver bajo sus propios términos, con esa acción Zelaya y todos los que han facilitado su retorno tienen una responsabilidad específica por las acciones que sus partidarios están llevando a cabo desde el 21 de septiembre", afirmó.

SENADOR BRASILEÑO
En tanto, el presidente del Congreso brasileño, senador José Sarney, también criticó la actividad proselitista del mandatario depuesto de Honduras, Manuel Zelaya, en la embajada de Brasil en Tegucigalpa y dijo que la sede diplomática no puede ser usada para tratar asuntos internos de otro país.

Sarney, uno de los principales aliados del presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, aseguró en declaraciones citadas hoy por la estatal Agencia Brasil que Zelaya y sus seguidores convirtieron la embajada del país en un "comité político".

"Ese abuso no es bueno ni para Zelaya ni para Brasil. La embajada brasileña tiene que celar por las leyes que regulan el asilo y no meterse en asuntos internos de otros países", afirmó Sarney, quien fue presidente de Brasil entre 1985 y 1990.

"Creo que Brasil no puede dejar de ofrecerle asilo a Zelaya, especialmente a un hombre que fue depuesto por un golpe. Pero lo que está ocurriendo, reconozco, es una cierta exageración en la ocupación de la embajada, que fue transformada en comité político", sentenció.