Desoyendo las críticas internacionales, un tribunal egipcio de la provincia de Minia confirmó hoy la condena a muerte de 183 islamistas, entre ellos el líder de los Hermanos Musulmanes, Mohamed Badie, según supo dpa de una fuente judicial.

En el proceso de apelación en Minia, el tribunal decidía sobre 683 condenas a muerte decretadas el 28 de abril contra los acusados de asaltar una comisaría de la policía en la ciudad de Al Idwa, en el sur de la provincia, y de asesinar a un policía.

El ataque se produjo en el marco de las manifestaciones de apoyo al derrocado presidente Mohamed Morsi y el desalojo violento de las protestas de seguidores de los Hermanos Musulmanes en El Cairo, Alejandría y también en Minia. Cientos de personas murieron entonces.

Además de las 183 condenas a muerte confirmadas, cuatro de los acusados fueron condenados a cadena perpetua, mientras en el resto de procesos se archivaron.  

Un abogado de los 683 imputados en el proceso masivo contra cientos de simpatizantes de los Hermanos Musulmanes, Khaled el Komi, precisó que se dictaron 183 condenas a muerte, incluida la de Badie. El letrado agregó que 496 personas fueron absueltas.

A Badie, que se encuentra detenido en una prisión de El Cairo, se le acusa de participar en protestas violentas y de asesinato y podría ser condenado a morir por ahorcamiento.

El pasado jueves, Badie fue condenado a muerte por otro tribunal de El Cairo por protestas violentas y por incitación al asesinato. Sin embargo, las sentencias aún no son firmes y pueden apelarse. Deben también ser confirmadas por el muftí egipcio, la autoridad suprema islámica del país.

Sin embargo, las informaciones son contradictorias. La televisión estatal egipcia Nile News habló de 100 condenados a muertes y de cadena perpetua para Badie, pero el diario estatal Al Ahram ofreció una cifra más alta. La emisora Al Arabiya habló de 197 condenados a muerte.

Se trata del mayor proceso judicial de la historia del país, en el que la mayoría de los acusados son juzgados en ausencia.

El pasado marzo el tribunal de Minia ya decretó 529 condenas a muerte, la mayoría de las cuales se transformaron en cadenas perpetuas, aunque 37 fueron confirmadas. La acusación original incluía a más de 1.200 personas, por lo que se dividió en dos casos.

La decisión llega en medio de las medidas contra los Hermanos Musulmanes, que no reconocen la legitimidad del nuevo gobierno respaldado por los militares que los reemplazó tras el derrocamiento por la fuerza de Morsi. Por el momento ya han sido ilegalizados y declarados organización terrorista.

Mientras tanto, Amnistía Internacional (AI) pidió hoy a Egipto que anule la condena a muerte. "Los veredictos en este caso son el último ejemplo del empeño de la judicatura egipcia por aplastar a la disidencia. Las autoridades egipcias deben anular esas sentencias y volver a juzgar a los acusados en un proceso justo", dijo AI en un comunicado emitido en Londres.

Para Hassiba Hadj Sahraoui, vicedirector para Oriente Medio y el Norte de África de la organización, "en los últimos meses los tribunales egipcios parecen haber dictado sentencias de muerte a la ligera, incluidos dos juicios masivos sostenidos sobre pruebas endebles y procedimientos defectuosos".

Para Amnistía internacional, la sentencia se produce después de un proceso "manifiestamente injusto" en el que el tribunal interrogó a medio centenar de testigos y 74 acusados sin la presencia de sus abogados.

AI subrayó que la "confusión" que rodea a ese proceso quedó ejemplificada en el caso de uno de los acusados que fue condenado al mismo tiempo a la pena de muerte y a 15 años de prisión.

"El sistema judicial egipcio es errático, en el mejor de los casos, mientras que sus decisiones levantan serias dudas sobre su independencia e imparcialidad", señaló Sahraoui.