En el primer aniversario del golpe militar que derrocó al presidente Mohamed Morsi, Egipto incrementó masivamente las medidas de seguridad y prohibió las manifestaciones, para evitar que los seguidores del ex presidente salgan a las calles.
La Alianza Nacional de Apoyo a la Legitimidad, liderada por los Hermanos Musulmanes, llamó a sus seguidores a manifestarse hoy en el llamado "día de la ira". Varios líderes de la organización fueron detenidos en los últimos días en una redada, acusados de incitar la violencia.
Soldados controlan las principales carreteras de acceso a El Cairo y están apostados ante las principales instituciones estatales y el palacio presidencial en la capital, informaron medios egipcios.
Además hay una mayor seguridad en las estaciones de metro, objetivo en las últimas semanas de varios atentados con bomba. También la plaza Tahrir, en el centro de la capital, fue acordonada, informó la agencia de noticias egipcia Mena.
El martes, dos policías murieron cerca del palacio presidencial al explotar una bomba de la que las autoridades acusan a los seguidores de Morsi.
El Ejercito egipcio derrocó el 3 de julio de 2013 al islamista Morsi, el primer presidente elegido democráticamente en el país, tras días de protestas masivas contra el jefe de Estado y su gobierno.
Los opositores de Morsi justificaron el acto como un acto legítimo para salvar la democracia, mientras sus seguidores lo vieron como un golpe de Estado y exigen su vuelta al poder.
Morsi está siendo juzgado por varios cargos criminales y en diciembre las autoridades egipcias declararon a los Hermanos Musulmanes organización terrorista.
Muchos de sus miembros han sido encarcelados y otros condenados a muerte por su implicación en episodios violentos en el país. El grupo ha negado reiteradamente su implicación y acusa a las autoridades de opresión.