La Corte Suprema de Estados unidos rechazó frenar la ejecución de Marvin Wilson, un retrasado mental de 54 años, la que tuvo lugar en el estado de Texas, confirmándose su deceso a las 18:27 horas.
Antes de serle aplicada la inyección letal, Wilson dijo a sus familiares que les quería. "Llévame a casa, Jesús, llévame a casa, Señor". Sus últimas palabras fueron: "Os quiero a todos. Estoy preparado", contó a un portavoz de los servicios penitenciarios de Texas.
Wilson tenía un cociente intelectual de 61, por debajo del promedio de 70, y justamente por esto sus abogados habían recurrido a la Corte Suprema.
Marvin Wilson fue condenado a muerte en 1994 por homicidio de un informante de la policía, Jerry Williams, que pocos días antes lo había denunciado como traficante.
"Estamos profundamente decepcionados y entristecidos de que la Corte Suprema haya rechazado intervenir para impedir esta ejecución", manifestó en un comunicado el abogado de Wilson, Lee Kovarsky. Amnistía Internacional (AI) que calificó la sentencia de "perturbadora".
Se trata de la vigésimo quinta ejecución en Estados Unidos en lo que va del año, la séptima en Texas.
El 18 de julio Texas ejecutó a Yokamon Hearn, un hombre negro de 34 años, pese a que los estudios médicos indicaban que tenía problemas mentales desde pequeño.
La Corte Suprema de Georgia (sureste) suspendió el 23 de julio la ejecución de un preso discapacitado mental dos horas antes de que se cumpliera el plazo para aplicar la pena capital.