El jefe del Ejecutivo de Hong Kong afirmó este lunes que las nuevas manifestaciones del movimiento prodemocrático eran "intolerables", luego de que la policía reprimió a los estudiantes que trataron de irrumpir violentamente en la sede gubernamental.
La policía de este territorio retrocedido a China rechazó por la fuerza a los militantes prodemocráticos que trataron durante la noche del domingo rodear la sede del poder político, provocando algunos de los enfrentamientos más serios desde el 28 de septiembre.
Leung Chun-ying, jefe del Ejecutivo, sugirió que pronto podrían tener lugar nuevas operaciones policiales.
"Ya he destacado" que el movimiento prodemocrático "Occupy Central no sólo era ilegal, sino que también estaba destinado al fracaso", afirmó ante la prensa.
La continuación de las sentadas, en Admiralty cerca de la sede del poder y en menor medida en Causeway Bay, un barrio muy comercial que atrae a los chinos del continente, es "intolerable", dijo. La población "pide cada vez más a la policía que disperse" a los manifestantes. "De ahora en adelante, se aplicará la ley sin titubeos", agregó.
Las oficinas gubernamentales estaban cerradas el lunes, y el Consejo Legislativo suspendió sus trabajos.
Los manifestantes, que durante la noche trataron de rodear los edificios oficiales e invadieron una calle importante ante la sede del poder, chocaron con las fuerzas del orden.
Estas no tuvieron "más alternativa" para rechazarlos que "hacer un uso mínimo de la fuerza rociándolos de agua, gas mostaza y (empleando) cachiporras", aseguró un alto jerarca policial, Tsui Wai-hung.
La policía anunció que 40 personas habían sido detenidas y que 11 oficiales sufrieron heridas. En total, 37 personas fueron atendidas en los hospitales de Hong Kong.
La situación se había calmado el lunes a primeras horas de la tarde, después de una mañana tensa durante la cual se registraron nuevas escaramuzas entre policías y manifestantes en un centro comercial.
El 28 de septiembre, el movimiento prodemocrático se aceleró considerablemente en Hong Kong y decenas de miles de manifestantes invadieron las calles. Después, su número se redujo considerablemente, pero la persistencia de las sentadas perturba considerablemente los transportes y la actividad comercial.