La remodelación de la cúpula castrense ordenada ayer por el Presidente de Egipto, el islamista Mohamad Morsi, fue calificada hoy como un "cambio normal" por el Ejército de ese país.
En un comunicado divulgado a través de su página oficial en la red social Facebook, el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas reiteró que su intención nunca fue perpetuarse en el poder y que se trata de "un traspaso de la responsabilidad a una nueva generación de egipcios que protegerá el país". Además, recalcó que ya había conseguido su objetivo, que no era otro que tutelar la transición y celebrar elecciones presidenciales transparentes.
En un giro que sorprendió a todo el país, Morsi anunció ayer el paso a retiro del ministro de Defensa, Hussein Tantawi, y del jefe del Estado Mayor, Sami Anan, y designó sucesores en la cúpula castrense.
Además, anuló las enmiendas constitucionales que reservaban a las Fuerzas Armadas la autoridad legislativa, en un paso que este lunes aplaudieron las fuerzas políticas, aunque la mayoría mostraron su recelo ante la cantidad de poder que el islamista concentra en su mano. Y es que con estos cambios, Morsi reúne ahora todo el poder ejecutivo y legislativo, pues el Parlamento fue disuelto por orden judicial.
Además, gana la opción de designar a una Asamblea Constituyente si la actual "tiene algún impedimento" para completar sus trabajos, esto es, redactar una nueva Carta Magna.
De forma natural, los más entusiastas con los movimientos de Morsi fueron sus antiguos correligionarios en el Partido Libertad y Justicia (PLJ), afín a los Hermanos Musulmanes y que encabezó el mandatario hasta su elección en junio. El actual presidente de la formación, Esam el Arian, señaló que las órdenes efectuadas son "decisiones valientes que ayudarán a conseguir los objetivos de la revolución".
En un comunicado difundido en la web de la formación, Arian afirmó que Morsi ejerció "su deber soberano", y que sus decretos contribuyeron a "frustrar los complots contrarrevolucionarios", en alusión a las prerrogativas que los militares se habían reservado en las enmiendas constitucionales ahora anuladas.
También mostró su apoyo a Morsi el segundo mayor bloque en el disuelto Parlamento, los salafistas (rigoristas islámicos) de Al Nur (La Luz). Según dijo su vocero, Mohamed Nur, "las decisiones de Morsi están en el camino correcto, porque, como Presidente, ejerce sus poderes normales".
Mucho menos entusiasta se mostró la vocera del Partido Socialdemócrata, uno de los que forman la oposición laica, Hala Mustafa, que dijo que han decidido "no reaccionar ni de forma positiva ni negativa hasta que se aclaren las consecuencias" de los últimos movimientos. "No queremos adelantarnos, porque tememos que las decisiones de Morsi sean solo en favor de los Hermanos Musulmanes y no para el bien del país", señaló Mustafa.
A través de la red social Twitter, el premio nobel de la Paz Mohamed el Baradei calificó los movimientos como un "paso en la dirección correcta", aunque avisó de los "poderes imperiales" que tiene ahora el Presidente.
Por su lado, el Movimiento 6 de Abril, germen de la revolución que acabó con el mandato de Mubarak, no solo felicitó a Morsi por apartar a Tantawi y Anan, sino que pidió que estos sean juzgados por los supuestos crímenes cometidos al frente de la Junta Militar durante la transición.