Cientos de policías y soldados han sido desplegados por los edificios públicos de El Cairo con vistas a nuevas acciones de protesta a días del primer aniversario del derrocamiento del ex Presidente de Egipto, Hosni Mubarak (11 de febrero).

El Consejo Militar del país, según informaron hoy medios próximos al gobierno, decidió realizar un plan de contingencia en caso que se presenten casos de violencia.

Numerosos grupos de protesta quieren salir a la calle este sábado, para protestar contra los militares, convocando una huelga general para demostrar el malestar del pueblo que exige un proceso de transición más ágil. Los islamistas, que en el nuevo Parlamento egipcio componen el 70% de los escaños, no se han sumado a la huelga.

El Primer Ministro del gobierno de transición, nombrado por los militares, Kamal al Gansuri, declaró ayer, que el Consejo Militar, encabezado por el mariscal de campo Hussein Tantawi, pondrá fin a su labor el 30 de junio de acuerdo al calendario establecido. Según Al Gansuri, el próximo 10 de marzo comenzarán las inscripciones para las candidaturas a la Presidencia y también por esas fechas, las autoridades anunciarán la composición de la asamblea constituyente que elaborará la nueva constitución del país.

Paralelamente, el Ejército del país ha intentado posicionarse como el protector del honor del pueblo egipcio frente a las organizaciones no gubernamentales extranjeras. En un comunicado colgado en la tarde del miércoles en la página web del Ejército, se afirma: "No se puede presionar ni chantajear a Egipto con su historia, su pueblo y su revolución".

Estas declaraciones se producen después de la amenaza realizada por Estados Unidos, el 6 de febrero, de retirar la ayuda económica que el país norteamericano destina a Egipto, a raíz del proceso judicial que las autoridades del país mantienen abierto contra cuatro ONG estadounidenses que trabajan en Egipto. La justicia egipcia acusa a 19 miembros de las organizaciones que trabajan en el país, de incumplir las leyes que, durante la era de Mubarak, prohibían la  financiación extranjera de operaciones en el territorio y ampliaban el control del gobierno sobre estas transacciones.