Las fuerzas especiales iraquíes recuperaron seis distritos de Mosul oriental este viernes, indicó un comunicado militar, afianzando así su posición en el bastión del Estado Islámico un día después de que el líder de los yihadistas dijera a sus seguidores que no había retirada posible.

Estas unidades tomaron los barrios de Malayeen, Samah, Khadra, Karkukli, Quds y Karama, de acuerdo con el comunicado, provocando un gran número de bajas entre los combatientes del grupo extremista e izando la bandera iraquí sobre edificios.

Un responsable de las fuerzas especiales dijo a Reuters el jueves que tratarán de avanzar a lo largo del río Tigris, que atraviesa el centro de Mosul.

La televisión iraquí mostró imágenes del este de la ciudad en las que se apreciaban densas columnas de humo ascendiendo hacia el cielo.

El Estado Islámico controla una gran parte de la vecina Siria, pero Mosul es de lejos la mayor urbe bajo el control de estos militantes yihadistas en ambos países.

La campaña para retomar la ciudad es la más complicada llevada a cabo en Irak desde la invasión de Irak encabezada por Estados Unidos en 2003, que derrocó a Saddam Hussein y desató una década turbulenta.

En un discurso poco común hecho público el jueves, el líder de los militantes, Abu Bakr al-Baghdadi, cuya ubicación se desconoce, dijo que no había retirada posible en esta "guerra total" contra las fuerzas que se han unido contra el Estado Islámico y exhortó a los combatientes a permanecer fieles a sus comandantes.

Mosul tiene casi un millón y medio de habitantes, que corren el riesgo de verse atrapados en una brutal batalla urbana. Naciones Unidas ha alertado de una potencial crisis humanitaria y del éxodo de refugiados, mientras que Irak ha denunciado que los yihadistas están utilizando a la población civil como escudos humanos.