Unas 1.297 personas han comparecido ante un juez en Reino Unido acusados de participar en algún delito tras los disturbios que se registraron en las últimas semanas. De esta cifra el 20% corresponde a niños o adolescentes de entre 10 y 17 años, según detalló hoy el Ministerio de Justicia británico

Uno de ellos, un joven de 16 años acusado de matar a un jubilado en Londres durante los altercados en el barrio de Ealing, compareció ante un tribunal de la capital británica, que negó su petición de libertad condicional. Al niño se le imputan además cargos por "desórdenes violentos" y por cuatro robos, en una casa de apuestas, un supermercado, un videoclub y un restaurante.

Richard Bowes, de 68 años, murió el jueves 11 de agosto, cuatro días después de ser golpeado durante los altercados en Londres cuando trataba de apagar un fuego en un contenedor de basura. Según el informe forense, el hombre murió a consecuencia de las lesiones en la cabeza sufridas por los golpes recibidos.

Otros dos jóvenes, de 17 y 18 años, fueron llevados hoy ante un tribunal londinense para responder por el saqueo de una cafetería en el barrio de St John's Wood durante los desmanes, cuando un grupo de adolescentes destrozaron ventanas y mesas del establecimiento.

En Birmingham (centro de Inglaterra), un hombre de 30 años acusado de matar a tres jóvenes durante la ola de actos vandálicos en esa ciudad compareció también hoy en los juzgados para someterse a una vista de apenas unos minutos. Los fallecidos, de 21, 30 y 31 años, formaban parte de un grupo de paquistaníes que se había reunido para proteger unas tiendas y evitar que fueran objeto de pillajes, cuando fueron embestidos por un coche a toda velocidad.

En medio de una polémica entre la clase política en Inglaterra sobre la dureza de las penas que se están imponiendo a quienes participaron en los disturbios, hoy también se conoció una sentencia de un año y cuatro meses de prisión para un universitario de 21 años que trató de robar unas botellas de alcohol en un supermercado de Manchester (norte de Inglaterra).

El juez Robert Atherton, que dictó la sentencia, acusó al joven de "seguir el ejemplo de otros" para deslizarse al interior del supermercado por una abertura y ver "qué podía robar".

"Fue una acción estúpida y lo deberías haber pensado mejor. Eres un estudiante universitario y lo has echado todo a perder. Has pagado un precio muy alto por tu comportamiento", le dijo el juez al joven.

Tras la ola de violencia que se extendió por diversas ciudades de Inglaterra entre los días 6 y 10 de agosto, la policía practicó un total de 2.675 detenciones, 1.744 de ellas en Londres.