A pesar de que hace tres años comenzó un plan para retirar los cables sin utilidad que atraviesan la ciudad, las cifras aún no son positivas. "El 40% de los cables en Santiago son redes en desuso y llegó el momento de sacarlo y de desocupar el cielo para toda la comunidad", comentó el intendente de la Región Metropolitana, Claudio Orrego.
Ayer, la autoridad regional junto al ministro de Transportes y Telecomunicaciones, Andrés Gómez-Lobo, dieron inicio a la tercera etapa del "Plan de despeje de cables", el cual suma seis comunas de la región (Maipú, Calera de Tango, Melipilla, Independencia, Pedro Aguirre Cerda y Santiago).
"Los cables en desuso muchas veces quedan colgando por años, se ven muy feos, desvalorizan los barrios y al quitarlos no solamente estamos mejorando la calidad de vida, sino que también estamos mejorando la seguridad", detalló Gómez-Lobo.
La primera etapa comenzó en 2011 en la comuna de Maipú. Ahí, en el centro histórico de la comuna, se logró el retiro de más de 25 toneladas de "chatarra aérea", como describió el ministro. Esto es equivalente al peso de tres buses oruga del Transantiago. La mayoría de estos cables abandonados pertenecen a empresas de telecomunicaciones, las cuales se encargan del retiro.
Según la Subsecretaría de Telecomunicaciones, actualmente no existe reglamentación técnica que establezca exigencias sobre el número de cables entre los postes ni la altura mínima. "Vamos a fortalecer la normativa para dejar más clara la responsabilidad respecto de ese tema", comentó el ministro, agregando que esto es tarea de las empresas que las instalan.
En cuanto a la posibilidad de soterramiento de las redes, el secretario de Estado comentó que "es lo que todos quisiéramos a largo plazo en la medida que existan los recursos, puesto que requiere una inversión mucho mayor".
Según informó la empresa de telecomunicaciones VTR, los cables retirados son derivados a empresas de reciclaje.