El interés independentista que ha mostrado parte de la población catalana y el conflicto que esta situación ha generado en España han golpeado con fuerza la reputación de las empresas con sede en dicha región. Así lo concluyó un informe del Reputation Institute, elaborado por Enrique Johnson y Yeray Carretero.

El informe analizó, a través del modelo RepTrak, a 41 empresas con sede en Cataluña. Y los resultados son claros. De muestra sólo algunos ejemplos. El 77,5% de los españoles, no catalanes, apoya que las empresas cambien su sede fuera de la región a raíz del conflicto generado por los afanes independentistas. De hecho, el mismo análisis da cuenta de que las empresas que han movido sus sedes fuera de Cataluña han visto un aumento de 3,2% en su atractivo de inversión para el resto de España. Como contrapartida, al consultarles a los españoles, sin considerar a los catalanes, las empresas que han mantenido su domicilio en la región han disminuido sus niveles de confianza (-3,4%) y la intención de compra (-3,2%). Un 23,2% declara haber dejado de comprar productos de empresas catalanas, y un 20,9% dice que quizás lo haría en el futuro. En el escenario de que Cataluña algún día consiguiera la independencia, el 49% de los españoles, sin considerar a los catalanes, asegura que dejaría de comprar productos de empresas con sede en esa región, cifra que equivale a unos 20 mil millones de euros. Es más, en caso de que ocurriera la independencia, el 25% de los españoles no compraría productos catalanes, aun cuando estos fueran de mejor calidad.

Como era de esperar, las respuestas cambian cuando la encuesta se hace en Cataluña. Ahí sólo un 38% apoya a las empresas que han cambiado su domicilio fiscal. De hecho, las empresas que han movido su sede sufren un impacto negativo (-8,7%) en su reputación entre los catalanes.