El fortalecimiento del dólar podría ser el último empujoncito que necesitaban los adquirentes estadounidenses para comenzar a realizar ofertas por los objetivos extranjeros en los que han puesto los ojos.
Si bien el aumento de la moneda se hace sentir en las utilidades de algunas compañías estadounidenses que tienen instalaciones en el extranjero, aquel también constituye una ayuda para los que buscan realizar operaciones en el exterior. Apenas la semana pasada, Ball Corp., fabricante estadounidense de latas para bebidas, acordó comprar a la londinense Rexam Plc por US$6.800 millones, menos de lo que habría costado hace un año gracias a la relativa fortaleza del dólar y las acciones de Estados Unidos frente a sus pares europeos.
Como los adquirentes estadounidenses obtienen más valor por sus dólares en otros lugares del mundo, la operación de Rexam probablemente sea sólo la primera toma de control transfronteriza de esas dimensiones en el curso de este año. La divisa ya aumentó un 21% frente al euro en los últimos doce meses. Eso significa que el US$1,7 billón de efectivo que estaba en manos de los miembros del Indice Standard Poor's 500 en el último trimestre equivale a unos 25 millones de euros de poder de fuego adicional que no habrían tenido el año pasado.
Aunque el fortalecimiento del dólar no debería ser el motivo principal para realizar una operación, es una ayuda, dijo Jeff Golman, responsable de la oficina de banca de inversión de Mesirow Financial Holdings Inc.
Como comprador, "su dólar vale muchísimo más hoy que hace uno, dos, tres o cuatro años", señaló Golman en una entrevista telefónica desde Chicago. "Es algo que nos inclina más a favor de evaluar seriamente una adquisición que ya aparecía en la pantalla del radar".
Los operadores están haciendo apuestas alcistas al dólar ante las expectativas de que el crecimiento económico estadounidense supere al de sus pares mundiales y la Reserva Federal eleve las tasas de interés este año. Esto se da en momentos en que el Banco Central Europeo mantiene los costos de los préstamos en mínimos récord.
La semana pasada, el Indice Bloomberg Dollar Spot, que sigue la evolución de la moneda frente a una canasta de pares, se apreció 0,3%, su mayor alza desde la semana que terminó el 30 de enero.
"Una analogía simple es la de un consumidor: de pronto algo que costaba US$100 ahora cuesta US$90 o US$95. Casi se podría decir que está de liquidación", dijo Scott Rostan, máximo responsable ejecutivo de Training The Street, firma de Nueva York que capacita a banqueros junior y estudiantes de administración de empresas. "Lo mismo pasa con las compañías".
Evaluar la lógica estratégica de una operación es lo primero y principal, añadió Rostan. Una vez decidido eso, el comprador puede sopesar si la valuación del objetivo es razonable y cuándo puede permitirse pagar, explicó.