El ambicioso proyecto de Bill Gates que busca controlar los huracanes
<p>El sistema utiliza una serie de bombas de agua que enfrían el mar y debilitan el paso de las tormentas.</p>
Tal como en Chile se vive la amenaza por los constantes eventos sísmicos que periódicamente remecen el piso, en EE.UU. los habitantes de la costa este -sobre todo frente al Golfo de México- enfrentan cada año la llegada de los huracanes: furiosas tormentas de viento y lluvia que arrasan con todo a su paso.
Y a pesar de la preparación de saber cuándo efectivamente tocarán tierra o el rumbo que seguirán, eso no impide que los huracanes causen daños por al menos casi mil millones de dólares al año. Y con el reciente recuerdo del huracán Katrina, que generó estragos por más de US$ 80 mil millones y un total de 1.800 muertos, el peligro que generan estos eventos de la naturaleza se ha comenzado a tomar más en serio.
Así es como Bill Gates, hoy retirado fundador de Microsoft y dueño de una fortuna de US$ 40 mil millones, patentó un equipo con el que pretende realizar lo que muchos han soñado: eliminar los huracanes o convertirlos en lloviznas antes de llegar a destino, gracias a una tecnología que en el futuro también podría ayudar a frenar el calentamiento global.
DOMANDO A LA NATURALEZA
El plan de Gates no es una aventura solitaria. La patente es parte de una de las compañías que integra, llamada Intellectual Ventures, y que se dedica precisamente a la publicación de ideas y patentes. Su proyecto, realizado junto al ex jefe de tecnología de Microsoft, Nathan Myhrvold y un grupo de meteorólogos liderado por Ken Caldeira, de la Institución Carnegie de Washington, pretende debilitar un huracán a medida que se acerque a la orilla del mar, a través del enfriamiento de la superficie del agua.
Esto se realizaría con miles de contenedores colocados en el mar, sobre todo en el Golfo de México, y que actuarían como bombas obteniendo agua a unos 150 m de profundidad -donde las temperaturas alcanzan los dos grados bajo cero- y llevándola hacia arriba.
Según el proyecto, se necesitaría disminuir en 4,5° C la temperatura del agua cálida del mar para que una tormenta vaya desapareciendo. Se calcula que el área de acción de un huracán es de 155 km/2 y que los contenedores podrían hacer desaparecer un huracán de potencia media, aunque no lograrían desviar su trayectoria.
DEMASIADO AMBICIOSO
El climatólogo Michael Mann, de la U. Estatal de Pennsylvania, dijo al diario USA Today que "hay mucho escepticismo sobre este tema entre los meteorólogos tropicales. Pero no llega a un grado de ridículo que justifique desecharlo de plano. Ciertamente, hay un rol importante de cómo se mezcla la parte superior del océano en la conducta de los ciclones tropicales".
La patente señala que el flujo de agua serviría también para remover nutrientes del suelo marino y promover el crecimiento de algas que capturen el dióxido de carbono y combatan el calentamiento global. El hecho de tener que cubrir un área tan grande de agua supone que llegará a miles de millones de dólares, dinero que sería aportado por el gobierno de EE.UU. y las empresas aseguradoras.
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