En años recientes se han descubierto cada vez más genes vinculados a los trastornos del espectro autista, lo cual ha revelado la importancia de la herencia en el desarrollo de la enfermedad.
Sin embargo, el mayor estudio llevado a cabo hasta ahora con gemelos podría cambiar esta visión sobre el espectro autista, que se cree afecta a 1% de la población.
Los científicos de la Escuela de Medicina de Stanford en California
,
encontraron que los factores ambientales
,
incluida la exposición en el útero
,
podrían jugar un papel más "sustancial" que los genes en la aparición de la enfermedad
.
El estudio, publicado en Archives of General Psychiatry (Archivos de Psiquiatría General), analizó los datos del llamado Estudio de Autismo de Gemelos de California, que involucró a 192 pares de gemelos tanto idénticos como fraternales en los que al menos uno de los hermanos había sido diagnósticado con algún trastorno del espectro autista (TEA).
EXPOSICIÓN AMBIENTAL
La enfermedad
,
que es un conjunto de síndromes
,
se caracteriza por severos problemas de comunicación y socialización y por conductas repetitivas
.
Como los gemelos idénticos comparten todos sus genes y los fraternales comparten el 50%, los estudios con estos individuos en el pasado han ayudado a los científicos a comparar la importancia de la genética y del ambiente en el desarrollo de la enfermedad.
Se cree que si uno de los gemelos sufre algún trastorno autista el otro tiene un riesgo de 14% de desarrollar también la enfermedad, principalmente entre gemelos idénticos.
Ahora el estudio de California reveló 77% de los gemelos idénticos varones y 50% de las gemelas idénticas mujeres sufrían algún trastorno autista
.
Y las tasas entre los gemelos fraternales
,
como se esperaba
,
eran menores
,
de 31% entre varones y 36% entre mujeres
.
Pero cuando analizaron las causas utilizando un modelo matemático los científicos encontraron que sólo 38% de los casos podían atribuirse a factores genéticos
.
Y sorprendentemente descubrieron que los factores ambientales parecían ser la causa en 58% de los casos.
Los resultados sorprendieron a los investigadores porque estudios en el pasado han mostrado que hasta 90% de los casos de autismo entre gemelos podrían atribuirse a la genética
.
El profesor Joachim Hallmayer, quien dirigió el estudio, afirma que "aunque los factores genéticos también juegan un papel importante, tienen una magnitud sustancialmente menor que lo que se había calculado en estudios previos sobre autismo en gemelos".
"El hallazgo de una influencia significativa del ambiente compartido, de las experiencias que son comunes a ambos gemelos, pueden ser un importante modelo de investigación para el futuro", agrega.
EXPOSICIÓN EN EMBARAZO
Un segundo estudio publicado en la misma revista encontró un mayor riesgo de espectro autista en bebés de mujeres que consumieron medicamentos antidepresivos durante el embarazo, especialmente durante el primer trimestre.
Aunque el riesgo es "modesto" dicen los investigadores de la organización Kaiser Permanente en Oakland
,
California
,
es importante debido al drástico aumento en el uso de estos medicamentos
.
"La prevalencia de trastornos del espectro autista se ha incrementado en años recientes" dicen los autores
.
"El uso de medicamentos antidepresivos durante el embarazo también muestra un incremento en décadas recientes, lo que provoca temores de que la exposición prenatal puede contribuir al mayor riesgo de trastornos del espectro autista" agregan.
Los investigadores analizaron los registros de 298 niños con TEA y sus madres y los compararon con 1
.
500 niños que no padecían la enfermedad y sus madres
.
Encontraron que las madres de los niños con TEA tenían el doble de probabilidad de haber recibido al menos una receta para antidepresivos un año antes del parto y entre éstas, las que tomaron los antidepresivos más populares, los llamados ISRS (inhibidores selectivos de la recaptación de la serotonina), mostraron el doble de riesgo de que su hijo fuera posteriormente diagnosticado con autismo.
Tal como señala la doctora Lisa Cohen, quien dirigió el estudio, "aunque el número de niños expuestos prenatalmente a los inhibidores selectivos de la recaptación de la serotonina en esta población fue bajo, los resultados muestran que la exposición, especialmente durante el primer trimestre, puede incrementar de forma modesta el riesgo de TEA".
Los autores subrayan, sin embargo, que estos resultados son preliminares y deben ser tratados con cautela, pero es necesario llevar a cabo más estudios para confirmar si realmente la exposición a estos fármacos podría estar vinculada a un diagnóstico de trastornos del espectro autista.
Tal como señalan los expertos, lo que se desprende de ambas investigaciones, es que la exposición a los factores ambientales, incluido el ambiente de desarrollo embrionario, parecen ser mucho más importantes en el riesgo de los trastornos autistas de lo que hasta ahora se ha pensado.