El informe de la Unidad de Control Financiero de la ANFP que refleja la realidad económica del fútbol chileno, y que fue publicado ayer por La Tercera, generó la inmediata respuesta de los clubes y la reacción del Sindicato de Futbolistas.
Las posturas se contradicen en ciertos puntos. Mientras las entidades se sorprenden al concluir que se ha elevado el gasto en futbolistas y entrenadores, en la entidad gremial valoran el crecimiento que han experimentado las remuneraciones de los actores del balompié nacional.
"Es un trabajo bastante bueno. Sirve que exista la Unidad de Control Financiero. Su trabajo nos permite conocer la realidad del fútbol chileno y, a partir de eso, compararla con la de otras ligas", manifestó el presidente de Audax Italiano Lorenzo Antillo.
El timonel de los floridanos analizó que "la principal conclusión es que la chilena es una liga cara para lo que es. En ese sentido, se pueden realizar esfuerzos para ajustar los costos. No se trata de que los jugadores y los técnicos ganen menos, sino de racionalizar los gastos y evitar que se genere una autoinflación del mercado".
Mientras, Sebastián Moreno, máxima autoridad de Cobresal, valoró que el fairplay económico se esté materializando. "Que esté en ejecución permite un mayor control y establece normas a las que hay que ajustarse. El informe revela que existen diferencias abismales entre los clubes de Primera División y de Primera B. La mejor forma de reducirlas es desarrollar la actividad futbolística entendiéndola como global. Una división no puede desarrollarse en perjuicio de otra".
En la categoría promocional reparan en la disparidad en la distribución de los ingresos. "Con lo que recibimos, debemos realizar un esfuerzo mes a mes. Lo que gana un jugador de Primera es lo que mueve a todo un equipo en la B. Hay mucha diferencia", dice Pablo Milad, de Curicó Unido.
Carlos Soto, quien encabeza al gremio de los jugadores, valoró que "el fútbol está estabilizado económicamente. Los clubes ya no se manejan al borde de la insolvencia, como antes. Los futbolistas están ganando más dinero. Que en Primera haya clubes que pagan sueldos altos impulsa al resto a elevar los demás. Los dirigentes se quejan de que el jugador nacional es caro, pero su calidad les ahorra muchos riesgos", dijo.