El antes y el después de las penas tras aprobación de la Ley Emilia

"Con esta ley aseguraremos que cualquier persona que cause lesiones graves, gravísimas, o la muerte, pase al menos un año en la cárcel", con estas palabras la Presidenta Michelle Bachelet promulgó la llamada Ley Emilia, que aumenta las sanciones y penas a los conductores que manejen en estado de ebriedad y que sean responsables de accidentes con resultados de muerte o lesiones. Normativa que genera un cambio sustancial en las penas.

Mientras la Ley del Tránsito establece una pena que va desde los tres años y un día a los cinco años por conducción en estado de ebriedad (desde 0,8 gramos del alcohol por litro de sangre hacia arriba) por lesiones graves o gravísimas y la muerte de una o más personas, la Ley Emilia parte con sanciones de los tres años y un día a los 10 años.

En el caso de Nelson Fariña Jara, quien chocó en estado de ebriedad al vehículo donde viajaba la menor de nueve meses Emilia Silva Figueroa en enero de 2013, caso que impulsó la nueva legislación, fue condenado a dos años de pena remitida, pese a haber reconocido que no recordaba haber impactado al vehículo, y haber consumido alcohol durante la noche anterior al accidente.

Con la nueva normativa, la condena habría asegurado que Fariña Jara tuviese al menos un año de cárcel efectiva, arriesgando un máximo de diez. En su caso además se habría aplicado la sanción al nuevo delito establecido en esta ley; haber escapado del lugar sin prestar ayuda a la víctima, lo que implica que la pena fuese de los cinco años y un día a diez.

NUEVOS DELITOS
La Ley Emilia contempla además la configuración del delito calificado en casos de conductores que además lo hagan con licencia cancelada o inhabilitada, de conductores profesionales que lo hagan en el ejercicio de sus funciones, y de reincidentes.

Este agravante habría afectado por ejemplo, al arquero de la Universidad de Chile, Jhonny Herrera tras ser sorprendido manejando en estado de ebriedad en Maitencillo en las Fiestas Patrias de 2012, con una licencia de conducir duplicada, documento que tenía suspendido por dos años.

En la nueva normativa también se establece como delito fugarse del lugar del accidente, así como negarse injustificadamente a realizarse la alcoholemia o el alcohotest.

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