Leonidas Laoutari Escaff tiene 70 años y es arquitecto. Su nombre aparece mencionado en la auditoría de Deloitte, en el ítem servicios con falta de información y respaldo. Según el informe, emitió boletas de honorarios entre mayo de 2011 y octubre de 2015 a la ANFP e "ingresó por vínculo con ex Presidente ANFP y su cónyuge". También se encontraron registros de trabajos personales para Sergio Jadue, en los que este utilizó a personal de Quilín.

Estos trabajos habrían consistido en la ampliación de la casa de Jadue, habilitar un segundo piso y extender el dormitorio principal. Todo le significó a la ANFP, sin considerar pagos a través de Programas Goal, casi $ 220 millones, dice el informe.

No obstante, Laoutari niega los hechos a La Tercera, aunque reconoce que sí ejerció como arquitecto de la entidad durante varios años, a través de honorarios: "Dijeron que era el suegro y después el padrino de Jadue. Y no es así. No tengo ningún vínculo familiar con él y no fuimos amigos. Sí conocí a su señora hace 20 años, porque vivíamos en el mismo barrio".

"Me contactaron en 2010 o en 2011 y renuncié el 10 de noviembre pasado. Nos topamos en una ocasión y quedamos de conversar. Ahí tuve una entrevista con el gerente general, Rodrigo Grumberg, quien me explicó que no podían contratarme, pero sí pagar honorarios. Me pagaban cerca de 3,5 millones mensuales", dice.

Según Laoutari, jamás le amplió la casa de Jadue en Huechuraba. "Me enteré ahora de que me había pagado una brutalidad de plata por esa casa en Huechuraba. El presidente había hecho una ampliación en su casa, dos dormitorios, y quería tener todo regularizado por si en algún momento tenía que vender, porque o si no el banco no le tasaba esas partes que estaban sin permiso. Y le dije que ningún problema. Lo que en el fondo le hice fue una regularización, armarle una carpetita con los planos y firmársela, pero a algo que estaba hecho por otras personas. Ahora, firmé como constructor. Como era una regularización, era difícil que se consiguiera la firma de un constructor. Entonces asumí la dos firmas: arquitecto y constructor. Y esa fue una de las cosas que llevaron al malentendido de que le construí la casa, pero es falso", sostiene.