Desde hace décadas que el arte callejero invadió los muros de Santiago. Algunas obras duran horas, otras varios años, depende de que tan ilegal haya sido el acto artístico, o qué tanto haya fascinado el resultado a los vecinos. Lo cierto es que hasta ahora las murallas han sido el espacio favorito de los grafiteros, aunque eso podría cambiar. Esta semana 14 pinturas aparecieron en la ciudad, claro que decorando aceras y no muros. Se trata de Galería Urbana, iniciativa organizada por el colectivo Laboratorio Escénico Visual (LEV) y financiado por Converse Chile que, a través de una convocatoria abierta, elegió a 14 artistas emergentes para intervenir cicleteros de lugares concurridos de Providencia, como Plaza Río de Janeiro, o intersecciones de calles como Marín con Portugal y Pocuro con Tobalaba. "Me gusta la idea de acercar el arte al público corriente y crear una vitrina para que artistas emergentes muestren su obra de manera masiva", explica María Luisa Portuondo, artista e integrante de LEV.
El mes pasado se realizó la convocatoria, que se tradujo en 120 postulantes y 14 seleccionados, quienes participaron el fin de semana pasado en la creación de las obras. Hubo libertad temática: así mientras Andrés García pintó un mural abstracto que mezcla iconografía popular, en Hernando de Aguirre con Providencia, Naijem Cepeda elaboró, en el Parque Inés de Suárez, un simio con una ciudad saliendo de su cabeza abierta, y en la Plaza Camilo Mori, Elias Santis plasmó dos paisajes. "Es interesante porque el público también es muy activo. Se acercan a mirar, preguntan y muchos dan sus opiniones. En mi caso, seguí algunas ideas de la gente", cuenta Santis.
Las obras estarán un año en exhibición y a inicios de 2015 Galería Urbana hará su segunda convocatoria, que invitará a escultores jóvenes a intervenir la ciudad. "Queremos convertir esto en un hito artístico urbano y llevarlo a otras regiones", concluye María Luisa Portuondo.