Catorce meses instalado en Chilevisión lleva Holger Roost-Macías, el alemán que arribó al canal por un plazo fijo de un año y medio, y  bajo la figura de “consultor estratégico” en programación. En palabras simples, su rol es crear contenidos, trabajar muy de cerca con Francisco Mandiola, el director ejecutivo, y con cada uno de los productores de las distintas áreas. La idea era que Mandiola, sin tanta experiencia televisiva, tuviera a alguien con conocimientos de producción ayudando en la programación y lo que se pone en pantalla. Roost-Macías llegó al canal de Turner con un largo currículo televisivo europeo.

Pero pasado más de un año, no hay éxitos importantes en su gestión. Por el contrario, bajo la nueva plana ejecutiva, aunque se han reducido los costos, la señal sólo ha sabido de fracasos y desaciertos, siendo los más recientes ejemplos Escuela para maridos, Amor en juego, La divina comida y La esclava blanca. Antes también pasaron por la pantalla de CHV, sin éxito, Con el agua al cuello, Consumo cuidado, Pesadilla en la cocina, Los + insólitos (que duró un solo día de transmisión), Estado de alerta y Perros de la calle.

El docurreality Escuela para maridos, del productor Carlos Valencia (Primer plano), fue estrenado como la gran apuesta del primer semestre, pero nunca logró conectar con las audiencias, fue emitido en segunda franja después de la teleserie colombiana La esclava blanca- la que tampoco goza de buen rating-, y terminó con un promedio de 8,3 puntos de sintonía. De un programa como ese, cuya licencia proviene del extranjero y en el que se invirtió mucho dinero para armar la “casa-escuela”, se esperaba un piso mínimo de 10 puntos.

Y Amor en juego, del director Juan Pablo González (Espías del amor), del mismo género, fue retirado de pantalla a sólo semanas de su estreno, ya que registraba un rating de 6.3 unidades.

Todo esto ocurría mientras Chilevisión se enfrentaba a un duro momento judicial,  con la demanda presentada por el animador Ignacio Gutiérrez en contra del canal por sufrir discriminación por parte de Roost-Macías. Hace diez días, la justicia le dio la razón al ex conductor de La mañana. Aunque el canal apelará, es una mancha importante para la señal que es propiedad de un grupo internacional.

A eso se sumó una ola de despidos masivos a principios de mes en Machasa, con 50 trabajadores saliendo en un día y la señal anunciando reestructuraciones profundas.

Trabajadores de CHV aseguran que el consultor es un hombre de pocas palabras, muy trabajador, metódico, de ideas claras y pragmático. Y a diferencia de Mandiola, no está preocupado de mostrarse cercano, porque su fin principal es tener un gran éxito en el horario prime antes de dejar su cargo.

Los 18 meses de estadía de Holger-Macías en Chilevisión se acabarán en diciembre, sin embargo, él no pretendería irse antes del Festival de Viña. “Ha participado en todas las reuniones que hemos hecho para el Festival del próximo año y ha dicho que no se irá hasta que todo esté marchando bien en el canal”, dice uno de sus cercanos. “Está viendo la opción de seguir más tiempo, porque le gusta Chile y la idea de darle una nueva visión al canal”, agrega otra fuente, que asegura que el alemán incluso tiene como posibilidad nacionalizarse.

El plan del ejecutivo ambiciona una línea editorial cercana al estilo de vida -como Home & Health, por ejemplo-, aunque da también su completo respaldo a, por ejemplo, Alerta máxima, el que debutó el jueves con 16,5 puntos de sintonía, y el departamento de prensa, que con su noticiario central queda segundo en el horario de las 21 horas, gracias a su propia construcción de audiencia. Prensa es la única área que Roost-Macías no ha intervenido y los deja actuar con libertad. Es también lo que hoy sostiene a la señal en audiencia.

Durante el primer semestre, CHV se instaló en el tercer lugar del rating con 6,3 puntos. Antes quedaron Mega y Canal 13, con 9,4 y 6,4 unidades, respectivamente. Más abajo se ubicó TVN con 4,6.