Mohammed Bedjaoui camina a paso firme por las calles de La Haya. A sus 85 años, el ex canciller argelino y ex presidente de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) aparenta mucho menos edad de la que tiene mientras recorre las cuatro cuadras que separan el hotel Carlton Ambassador de la sede de la embajada boliviana en los Países Bajos, junto a los cinco abogados extranjeros que representan a Bolivia en el litigio con Chile ante el máximo tribunal de justicia.
Bedjaoui no figura en la lista oficial que entregó Bolivia a la secretaría de la corte con los nombres de la delegación que asiste al juicio de competencia interpuesto por Chile, para que el tribunal no siga adelante con la demanda marítima paceña. Tampoco asistió el lunes al Palacio de La Paz a la audiencia en que Chile entregó sus argumentos ante los magistrados y es seguro que no estará hoy, cuando a las 10 horas local (05 A.M en Chile), hagan lo suyo los representantes bolivianos.
Bedjaoui permanecerá ocultó en el hotel Carlton -cuartel central de la delegación boliviana-, monitoreando a la distancia el desempeño de sus colegas, tal como lo viene haciendo desde hace varios meses, cuando pasó a cumplir un papel central en la demanda paceña.
El argelino estuvo en Santa Cruz el pasado 13 de abril, cuando el presidente Evo Morales sostuvo la última reunión reservada con el equipo de abogados extranjeros de la demanda. Y en La Haya, ha estado presente en todas y cada una de las citas en las que se han revisado los textos con los argumentos con la posición boliviana en la contienda por la competencia. Miembros de la delegación paceña reconocieron a La Tercera que Bedjaoui es uno de los principales articuladores de la tesis de la obligación de negociar a partir de actos unilaterales. El es autor de varios textos jurídicos sobre la materia, razón por la cual el gobierno de Islas Marshall lo postuló como su juez ad-hoc a mediados del 2014 en las demandas que presentó contra Pakistán, India y Reino Unido, para obligarlos a negociar el cese de uso de armas nucleares.
El caso de las Islas Marshall está pendiente en la CIJ y el estatuto de la corte impide a los jueces ad hoc participar al mismo tiempo como abogados en otros procesos que se ventilan en el tribunal. Por eso, Bolivia ha mantenido en secreto el apoyo de Bedjaoui a la demanda marítima. La menuda figura del ex canciller argelino no pasa inadvertida en La Haya. Entre 1982 y 2001 fue juez de la corte, y entre 1994 y 1997 llegó a ser su presidente.
Por su larga experiencia como magistrado, Benjdaoui ha ayudado a Bolivia a preparar el caso con el objeto de impactar a los miembros de la corte.
Bolivia se prepara
El lunes, el equipo jurídico boliviano trabajó hasta pasada la medianoche en el Carlton Ambassador, revisando los argumentos que darán a conocer hoy y puliendo algunas cosas luego de conocer los alegatos chilenos. Los abogados junto a Benjdaoui cada cierto tiempo se reunían en una pequeña sala del segundo piso del hotel a intercambiar los documentos que estaban trabajando y luego, seguían cada uno por separado en sus habitaciones. Los juristas volvieron a reunirse ayer, primero en el mismo hotel y a partir de las 14.10, en la embajada, una vez que regresó el canciller David Choquehuanca de un paseo por Rotterdam.
La decisión de los bolivianos es no apartarse del libreto que tenían fijado para responder los argumentos chilenos. En tres horas, el agente Eduardo Rodríguez Veltzé y los abogados Antonio Remiro Bretón, Monique Chemillier-Gendrau, Mathias Forteau y Payam Akhavan expondrán que el objeto de la contienda de competencia presentada por Chile no tiene nada que ver con la demanda de Bolivia.
En la delegación chilena, que ayer se reunió en dos ocasiones en el hotel Hilton, preveían que los abogados de la contraparte utilizarían un lenguaje con más adjetivos y un tono más agresivo para acusar a Chile de "malinterpretar" y "tergiversar" los planteamientos bolivianos.
Los juristas de Bolivia no responderán a los argumentos de Chile, por el contrario, concentrarán la mayor parte de sus alegaciones en explicar varios de los procesos de negociaciones que se desarrollaron entre Chile y Bolivia después de 1948. En estrado sacarán a relucir declaraciones en las que Chile menciona la posibilidad de negociar "independiente del tratado de 1904" o "preservando los intereses del tratado de 1904", una fórmula que se hizo habitual en la cancillería chilena desde el año 50 en adelante en las comunicaciones con Bolivia y que hoy puede convertirse en un arma para la argumentación boliviana (ver nota secundaria).
"Para Bolivia entre más puedan acercarse al tema de fondo de la demanda, es más conveniente para ellos", señaló ayer Felipe Bulnes.