Federico Valdés se despidió de la presidencia de Azul Azul, tras la junta de hoy, destacando que deja el cargo con el club en el mejor momento de su historia. Reconoce errores, que sintió inquietud por las amenazas de la barra y que quiere seguir trabajando en la comisión que se preocupará de la construcción del estadio.

Valdés dice que los puntos positivos de su gestión fueron "la construcción del Complejo Deportivo Azul y, en lo deportivo, la gran temporada 2011, en la que se consiguieron tres títulos".

Al hablar de los aspectos negativos, plantea que "hubo errores por la inexperiencia de ser dirigente. Por ejemplo, hubo equivocaciones en las contrataciones, porque es imposible acertar en todos los jugadores que se traen. Pero el último año fue tan bueno que parecen desaparecer esos puntos negros".

Valdés, que seguirá como director, dijo que no quiere asumir la comisión de fútbol sino que estar en la que se preocupará del estadio. "No está en mis planes dejar de trabajar por la 'U'".

También insistió en que "veo a José Yuraszeck como el futuro presidente. No habrá oposición, tiene los votos necesarios".

Respecto de los conflictos con los barristas, Valdés comentó que "no sentí miedo, pero sí inquietud. Uno no está acostumbrado a la violencia".

Como resumen de su gestión al mando de Azul Azul, Valdés expresó que "recibimos una casa en malas condiciones, una plantilla mucho más baja que la de ahora y ahora estamos en el mejor pie de nuestra historia".