Fred Goodwin, el banquero más odiado del Reino Unido tras lograr un retiro con una pensión vitalicia multimillonaria pese a su pésima gestión del Royal Bank of Scotland (RBS), ha encontrado trabajo en una firma de arquitectos.

Goodwin, conocido como "Fred the Shred" (Fred la trituradora) por su obsesión por recortar los gastos en las empresas en las que trabajó, ha sido fichado como asesor por la firma RMJM, donde empezó a trabajar antes de las vacaciones de Navidad.

El ex banquero, que tiene el título de 'Sir', trabajará en la sede central de la firma en Edimburgo (Escocia), pero pasará la mayor parte del tiempo en el extranjero, según aseguró la compañía.

Goodwin se acogió a un retiro anticipado que le garantizaba el cobro de por vida de 700.000 libras anuales (790.000 euros) después de que el RBS estuviera al borde de la bancarrota, víctima de la crisis financiera que sumió al mundo en la peor crisis económica desde el final de la II Guerra Mundial.

Durante su gestión, Goodwin expuso al RBS de manera excesiva a los activos tóxicos y a las deudas de alto riesgo, y tomó la desastrosa decisión de comprar el banco holandés ABN Amro por su precio máximo justo antes de que la tormenta financiera se desatara.

La noticia sobre su pensión vitalicia después de percibir en 2007 un salario de 4 millones de libras (4,5 millones de euros), a lo que se sumó un pago único de 2,7 millones de libras (3,05 millones de euros), le convirtió en un personaje socialmente repudiado.

Su casa fue atacada, se puso en cuestión que retuviera el título de 'Sir' y un artista colocó una reproducción de su cabeza en lo alto de una estaca en una calle de Londres para su repudio ciudadano.

La presión le hizo ceder parcialmente y aceptó reducir en 210.000 libras anuales su pensión vitalicia, a la que ahora se sumará el salario no difundido por parte de RMJM.

Esta firma también tiene un historial controvertido en Escocia, ya que participó activamente en el proyecto de construcción del Parlamento escocés en Edimburgo, que costó 430 millones de libras, 10 veces más de lo inicialmente presupuestados por el Gobierno.

El parlamentario laborista escocés Michael Connarty manifestó hoy que se trata "de un nombramiento muy extraño que confundirá a la gente. La gente se pregunta qué sabía sobre banca y ahora se preguntará qué sabe sobre construcción de edificios".

"Es profundamente irónico que uno de los arquitectos de la caída del RBS trabaje ahora para los arquitectos involucrados en el fiasco del edificio Holyrood (Parlamento escocés)", dijo.

RMJM se limitó a informar de que el suelo de Goodwin estará en concordancia con el de otras personas que desempeñan la misma labor y subrayó que la firma nunca ha tenido negocios con RBS.

El RBS fue parcialmente nacionalizado y hoy en día pertenece en un 84 por ciento al Estado, que tuvo que inyectar miles de millones de libras en la entidad para evitar su colapso en 2008.

La de Goodwin fue hasta ese momento la historia de un banquero agresivo, dinámico y de éxito, que empezó a trabajar para el RBS en 1998 y transformó esta entidad en un grupo que podía competir con los bancos más importantes de la escena internacional.

Fue el cerebro en 2000 de la compra de NatWest por 21.000 millones de libras (23.700 millones de euros), en lo que fue la mayor operación de este tipo en la historia bancaria del Reino Unido, y en 2004 orquestó la compra por 5.300 millones de libras (6.000 millones de euros) del banco estadounidense Charter One.

Esa operación dobló el volumen de negocio del RBS, que en pocos años pasó de ser un banco minorista a convertirse en uno de los 10 mayores bancos comerciales en Estados Unidos y a ser la entidad más afectada en el Reino Unido por la crisis de las hipotecas subprime.