El "barco del aborto" no pasará por costas chilenas

El grupo holandés "Women on the Waves" dejará de practicar cirugías abortivas en aguas internacionales por un tiempo.




El barco "Aurora" gestionado por el grupo holandés pro aborto "Mujeres sobre las olas" ("Women on the Waves", WOW) se ha visto forzado a suspender sus actividades y ya no podrá practicar el aborto libre y gratuito en aguas internacionales, al menos durante un prolongado período de tiempo.

La suspensión de actividad del "Aurora" provocará que queden aplazados sin fecha, entre otros, singladuras "pro abortistas" que el navío tenía previsto realizar a Argentina, Brasil, Chile y varios países de Centroamérica.

El que fuera conocido como "barco del aborto" por haber practicado (gratuitamente) ese tipo de intervenciones a mujeres de Irlanda, Polonia o Portugal, entre otros países, deberá dejar sus actividades por un complejo problema legal, unido a la cada vez mayor escasez de recursos económicos para pagar al personal de a bordo, según anunció recientemente el grupo WOW.

Así, el navío que prestaba ese tipo de "servicio" acercándose a las costas de países donde la práctica del aborto está prohibida deberá cesar su actividad hasta que la justicia holandesa se pronuncie.

BARCO AURORA
En realidad, el barco "Aurora" como tal nunca existió y lo que funcionaba era una "clínica abortiva móvil", la cual era transportada sucesivamente en varios "navíos Aurora", en función de los costos.

La "clínica" funcionaba en un contenedor de metal adaptado y decorado en su exterior por un artista plástico holandés, al que el Estado había dado 34.000 euros (casi 26 millones de pesos) en 1999, en una más que cuestionada "subvención artística".

El problema para la clínica del aborto móvil llegó la pasada primavera boreal cuando el gobierno de coalición holandés, integrado por democristianos (del CDA), socialdemócratas del Partido del Trabajo (Pvda) y la conservadora Unión Cristiana, logró cambiar la legislación en materia de aborto, para endurecerla.

Según esa modificación, las intervenciones de interrupción del embarazo mediante medicamentos tienen ahora que llevarse a cabo "en clínicas autorizadas", lo que afecta directamente a la actividad "en condiciones precarias" de WOW.

LEGISLACION
Precisamente desde 1999, según afirma el equipo de ginecólogos de la organización, se realizaron muy pocas intervenciones. La actividad principal de la "clínica errante" era la entrega gratuita de anticonceptivos -sobre todo la píldora abortiva RU486- ("píldora del día después") además de proporcionar información sanitaria a las gestantes.

Y es precisamente por eso que ahora las "Mujeres sobre las olas" comienzan a deslizarse peligrosamente por el abismo ante la posibilidad de "tener que enfrentar un proceso judicial", explica su fundadora, Rebecca Gomperts.

El pasado mes de mayo el gobierno del primer ministro holandés, Jan Peter Balkenende, cambió la legislación, y con ello desde ahora los casos de interrupción voluntaria del embarazo (el procedimiento conocido vulgarmente como "raspado") "caen bajo jurisdicción del Código Penal".

Antes de que se modificara esa legislación los casos de "abortos tempranos", hasta la sexta semana de gestación, no entraban bajo jurisdicción del Código Penal holandés.

Este cambio ha forzado a "Mujeres sobre las olas" a pararse a reflexionar antes de seguir adelante con sus actividades e incurrir así en "delitos graves", asegura Gomperts.

DETRACTORES
A pesar de que la "clínica abortiva ambulante" opera siempre en aguas internacionales, está obligada a cumplir con la normativa holandesa en la materia, lo que complica más las cosas al grupo de abortistas.

No es la primera vez que los partidos de corte cristiano presentes en el parlamento holandés, como la Unión Cristiana, intentan bloquear las actividades del "Aurora".

En 2004 un ministro conservador logró que el Gobierno prohibiera al barco actuar en aguas holandesas y en 2008 el ministerio holandés de Sanidad inició un proceso judicial contra WOW por haber distribuido píldoras abortivas ante las costas españolas, frente a Valencia.

No obstante, a pesar de los obstáculos, esta no parece ser la última "batalla" de las "Mujeres sobre las olas". Su fundadora Rebecca Gomperts, quien también militó en pro del medio ambiente a bordo del mítico navío "Rainbow Warrior" ("Guerrero del arco iris") de Greenpeace, anunció que pedirá a la Justicia holandesa que se pronuncie sobre el caso. "No pienso arrojar la toalla", subraya.

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