Miguel Angel Véliz, quien hoy disputará la medalla de oro en la categoría Crucero ante el argentino Yamil Peralta, se asume como un boxeador atípico. El deporte de los puños es su pasión, pero antes de dedicarse por completo a su práctica, terminó la carrera de Ingeniería de Ejecución en Informática en la Universidad Católica de Maule. "Sólo me falta recibir el título", comenta, con orgullo. Detrás de ese logro, está el compromiso asumido con su madre, quien desarrolló labores domésticas para brindarle comodidades a él y a sus tres hermanos.
No es la única cualidad que distingue al púgil. También lo destaca su formación en la música clásica. En sus últimos dos años de la Enseñanza Media y mientras cursó estudios superiores, participó en el coro de la Universidad de Talca. "Era barítono. También aprendí a tocar piano, que es una de las cosas que más me gusta hacer", explica. El mérito fue que desarrolló paralelamente las tres inquietudes.
Al margen de lo que consiga hoy, Véliz ya tiene un lugar en la historia del boxeo chileno. El año pasado, en Almaty, Kazajistán, se convirtió en el primer chileno que gana un combate en un Mundial. Antes, obtuvo el título en el Torneo Internacional de Caguas, en Puerto Rico. "Esa experiencia me permitió darme cuenta de cómo es el boxeo olímpico", recuerda.
Respecto del desafío que enfrentará hoy, asegura que conoce bien a Peralta. "Lo he visto en varios campeonatos y es un boxeador de mucha experiencia. Está en la cima de su carrera. Incluso, obtuvo medalla de bronce en el Mundial. Pero estoy convencido de que le puedo ganar y de que lo voy a conseguir".
La fórmula la entrega su entrenador, el cubano Jesús Martínez. "Vamos a imponer la preparación física que hemos desarrollado en este tiempo y la táctica. Miguel Angel es un peleador muy inteligente y decidido, Lo ha demostrado en su vida y lo hará mañana (hoy)", sentenció. "Soy un guerrero mapuche", concluye Véliz, aludiendo al origen indígena de sus abuelos.