En octubre de 2005, Adolfo Zaldívar -entonces presidente de la DC- y Sebastián Piñera protagonizaron una seguidilla de enfrentamientos públicos. El senador acusó al candidato RN de vestirse con "ropa ajena", de no haber estado en el Teatro Caupolicán para rechazar la Constitución de 1980 -lo que después fue desvirtuado, con foto en mano, por Piñera- y hasta lo incluyó en la franja parlamentaria de la DC con una caricatura que se llamaba "Compra-compra" y que ironizaba con la faceta empresarial del abanderado.
De hecho, basado en su idea de "corregir el modelo", Zaldívar insistió en atacar a Piñera, porque, decía, representaba ese paradigma.
Los ataques llevaron a Piñera a acusar a Zaldívar de ser "amargo y odioso". Cuatro años después, la actitud del senador colorín ante el candidato presidencial ha cambiado y ayer en radio Agricultura se mostró abierto a apoyar su candidatura. "Veo una Alianza con una opción de Piñera que quiero verla y analizarla con calma", dijo.
Piñera, en tanto, replicó desde Linares que "vamos a recibir con los brazos abiertos a todos los chilenos y chilenas que queremos un cambio, un cambio basado en los valores del humanismos cristiano".
En el comando de Piñera afirman que efectivamente ha habido conversaciones entre ambos sectores, pero que han sido acotadas y que si bien en la Coalición por el Cambio creen que cualquier apoyo "suma", el respaldo del líder colorín no es visto como un aporte electoral importante ni como una prioridad.
En el sector, además, hay dirigentes que ven en el senador a un actor político riesgoso, conflictivo y que puede cambiar fácilmente de posición, como ocurrió, por ejemplo, con su actitud ante Piñera.
El cambio del senador del PRI también se ha manifestado en su actitud frente a la Concertación y a la Presidenta Michelle Bachelet.
"No van a ver sola a Michelle, la vas a ver siempre con todos nosotros", arengó Zaldívar en 2005.
Pero tras dejar la presidencia DC, el senador se alejó de la Presidenta, lo que llegó a su punto cúlmine cuando, en 2007, rechazó la inyección de fondos para el Transantiago, tema crucial para Bachelet y que gatilló la expulsión del líder colorín de la Falange.