El liderato estaba en juego. Los dos mejores equipos de la fase regular disputaban el partido que decidiría quien sería el campeón de la primera vuelta. Muchos le ponían fichas al sorprendente Deportes Castro que, desde el más mínimo anonimato, quería coronar una campaña que nadie esperaba. Sin embargo, la Universidad de Concepción tenía otro libreto prefabricado. Desde el inicio, supo mostrar su credencial de favorito y con una vistosa rotación de balón, se hizo con el encuentro por un cómodo 87 a 62 puntos.
Los dirigidos por Pablo Ares supieron golpear primero. De entrada, el campanil impuso su elaborado juego. Con una sólida defensa mixta, apoyada en la gran capacidad de Dallas Green para capturar rebotes y facilitar de manera rápida el balón a Evandro Arteaga, Terrel Taylor y el joven Ramón Gatica, el campanil demostró por qué es el actual líder de la Liga Nacional de Básquetbol, en tan sólo 20 minutos.
Ya en la primera manga, los penquistas sacaron una diferencia de 10 puntos que con el correr del encuentro, llegaría a alargarse a 40 anotaciones en el tercer cuarto. Tras imponer buenas combinaciones bajo la pintura y una eficiente defensa, los líderes del certamen, sacaron de partido a la figura chilota, Gonzalo Velásquez, impidiendo un buen funcionamiento en los isleños durante todo el duelo.
Con esto controlado, más una contundente eficiencia a la hora de anotar, la U. de Concepción supo manejar el ritmo del encuentro a su antojo. Con jugadas vistosas, preparadas y arriesgadas, el Campanil se hizo de la noche sureña y con estos dos puntos se encarama como el gran único líder del certamen.