Aunque cronológicamente, están separados por casi 10 años de edad, Christian Bale (35) y Johnny Depp (46) comparten varios puntos de encuentro dentro y fuera de la pantalla. En su infancia tuvieron como uno de sus principales pasatiempos el tocar guitarra, son reconocidos como dos de los mejores actores de su generación, sus fuertes personalidades en más de una ocasión les han jugado malas pasadas y en marzo de 2008 sumaron a sus copadas agendas el rodaje del mismo filme: Enemigos públicos.

Se trata de la película de Michael Mann (Fuego contra fuego y Miami vice) que revive el enfrentamiento entre el agente del FBI Melvin Puris y el gángster John Dillinger, durante la Gran Depresión en EE.UU. La cinta de acción pone por primera vez en un mismo proyecto a estos actores que  tampoco gustan de los periodistas y que han enfrentado problemas con la justicia, y no precisamente en algún rol de sus extensas carreras fílmicas.

El protagonista de Piratas del Caribe ha sido arrestado en dos ocasiones: en 1994 por provocar daños en una habitación de hotel y cinco años después por pelear con un fotógrafo. En 2008, por su parte, Bale fue llevado a una comisaría londinense bajo el cargo de agredir a su madre y hermana. Famoso también fue su altercado con el director de fotografía de Terminator: La salvación, por interrumpir su concentración en una escena.

"Christian es un encanto para trabajar con él. Es un tipo que ni siquiera viaja con asistentes. Sólo puedo suponer que si algo como eso de verdad sucedió, la provocación hacia él debe haber sido extrema", aseguró Mann en una entrevista reciente sobre su problema en el set de Terminator. En la misma ocasión, el realizador también elogió a Depp. "Tiene un profundo conocimiento de un pasado y una vida problemática, pero es alguien muy apasionado", aseguró Mann sobre su rol como Dillinger.

El mismo Bale se sumó a las loas a Depp, asegurando que considera que es un actor excepcional. "Lo que más me gusta de él es que no hay nadie más como él", comentó a Colin Bale, periodista del sitio web www.film.com y que en su nota asegura que nunca ha visto sonreír al actor británico. Otro detalle revelador de su singular personalidad la dio él mismo al confesar que durante la filmación de Enemigos públicos sólo conversó con Depp pocos minutos, ya que "tengo la tendencia a no desear hablar hasta que no estamos haciendo la escena. Lo disfruto más de esa manera".