El año 1997, el coronel de Carabineros Andrés Gallegos (45) recibió una orden que le cambió la vida. Fue designado como integrante de la primera misión de esa institución a Bosnia y Herzegovina. La guerra en la zona había terminado hace poco y las tareas de reconstrucción eran muchas. Una vez en el lugar, fue elegido como jefe de una estación internacional de policías. En ese cargo, el oficial chileno comandó a 50 efectivos, provenientes de 25 países. La labor principal fue monitorear y lograr que la policía de Serbia -sector que le tocó cubrir- dejara de lado el carácter paramilitar que adquirió en el conflicto bélico. Además, participó en varias investigaciones sobre violaciones a los derechos humanos y en la formación de nuevos oficiales en una nación devastada por los enfrentamientos. Todo esto, bajo la atenta mirada de la ONU. "Fue un año largo en Bosnia", recuerda hoy el coronel.

La anterior no ha sido su única experiencia internacional. Gallegos también fue escolta de los presidentes Eduardo Frei y Ricardo Lagos, donde se especializó en realizar estudios de seguridad en los distintos países que visitaban los ex mandatarios.

Junto a ello, obtuvo el primer lugar en la Academia de Ciencias Policiales, lo que le permitió estudiar dos años en la escuela de Gendarmería de Argentina, obteniendo el grado de oficial de Estado Mayor. Con esos pergaminos, en el 2008 se convirtió en jefe de Relaciones Internacionales de Carabineros, puesto que ocupó oficialmente hasta ayer.

Esto, porque a partir de la próxima semana, el coronel dejará su oficina del paseo Bulnes, en Santiago, para trasladarse a Washington. Ahí, en la capital estadounidense, el oficial será el primer delegado o enlace entre la Comunidad de Policías de América (Ameripol) y la Organización de los Estados Americanos (OEA).

La Ameripol está formada por las 21 policías uniformadas de carácter nacional existentes en el continente americano, además de 19 naciones observantes, principalmente de Europa.

El año pasado, la comunidad firmó un convenio marco de cooperación con la OEA. En esa cita, se consideró clave la elección de un oficial que sirviera de agregado o enlace entre la OEA y la Ameripol.

Todas las policías del continente presentaron sus postulaciones para ocupar el cargo del primer oficial de enlace, y en una cumbre de los jefes de policía en República Dominicana, por unanimidad eligieron al coronel Gallegos para hacerse cargo de un puesto absolutamente debutante.

"Es un cargo que me llena de orgullo a mí y a Carabineros de Chile. Es una labor nueva, tanto para la OEA como Ameripol. Abriré un cargo que promoverá y desarrollará proyectos que apunten a la seguridad en América Latina", dice Gallegos, mientras guarda sus archivos en un disco duro y recoge sus pertenencias en hasta la que ayer fue su oficina en el Departamento de Relaciones Internacionales de Carabineros.

Las labores del coronel serán, principalmente, las de desarrollar y coordinar los proyectos de todas las policías, para lograr a largo plazo homologar los niveles de efectividad y eficiencia de las policías.

"A diferencia de Europa, en América las policías e instituciones encargadas de dar seguridad a las personas somos muy diferentes en respeto, disciplina y en cómo nos ven las comunidades. Esto será un trabajo de largo aliento, pero hay que hacerlo. También promoveremos, en el corto plazo, seminarios y conferencias para que participen todos los miembros de Ameripol que a su vez son Estados miembros de OEA. La idea es que Ameripol, que es un organismo internacional que está tomando mucha importancia, pase a ser un ente permanente de la Organización de Estados Americanos, lograr la gestión de calidad de las instituciones policiales y de los procesos de formación de los efectivos en los países", dice.

Gallegos reconoce que los factores que finalmente decidieron su designación tienen que ver con el prestigio de Carabineros a nivel internacional. "Hay factores de base, como el reconocimiento constitucional de Carabineros, su doctrina y disciplina a través de nuestro estatus militar, sin serlo, pero manteniendo esa disciplina; y a la formación, capacitación y especialización a la cual nosotros estamos permanentemente exigidos. Tenemos buenos niveles de aceptación en la ciudadanía, eso internacionalmente se conoce. Las otras instituciones nos preguntan cómo lo hemos logrado", dice con orgullo.

"He trabajado en muchos países y misiones internacionales, y digo con orgullo que somos una de las mejores policías del mundo", concluye.