Este museo bruselense dedicado al cómic, que es también el primero del mundo que cumple un cuarto de siglo, se ha convertido en uno de los atractivos más importantes del país al que cada año acuden 200.000 visitantes para conocer de cerca el nacimiento de este arte y para acercarse a sus dibujantes.
Abrió sus puertas en 1989 y muy rápido se convirtió en uno de los centros más visitados por los belgas y turistas, desde entonces ha organizado más de 180 exposiciones.
Ubicado en uno de los distritos más antiguos de la ciudad y muy cerca de la Catedral de Bruselas, se alza un edificio de arte modernista, diseñado por uno de los pioneros belgas de esta tendencia, Victor Horta (1861-1947), que alberga siete salas dedicadas a la historia y a la producción de viñetas.
"Muchos de los autores célebres del cómic son belgas o bruselenses, como el autor de los famosos Pitufos (Smurfs)", explicó el director general del centro, Jean Auquier.
Recordó que "en Bruselas se han desarrollado grandes revistas de cómic para francófonos y flamencos, y también personajes célebres en el mundo entero como Tintín o los Pitufos".
A los famosos y traviesos muñecos azules se les ha dedicado una exposición con 100 retratos, todos diferentes, expuestos juntos en un gran panel de más de 20 metros cuadrados colgado justo encima de la exposición permanente dedicada a recordar el trabajo de su creador, Peyo (1928-1992).
"Desde hace mucho tiempo se considera que Bélgica es la capital del cómic", apuntó Auquier, que recordó que Bruselas alberga el centro más antiguo y más grande de Europa dedicado a las viñetas.
Junto a la exposición de los Pitufos, el museo ha abierto en paralelo "Picturing Brussels (Dibujando Bruselas)", que hasta marzo de 2015 permite recorrer a través del trabajo de ilustradores contemporáneos a lo largo del último cuarto de siglo algunos de los barrios de la capital europea que más frecuentemente se han reflejado en los cómics.
Auquier, comisario también de la exposición, explicó que además de funcionar como museo, desempeña un papel único en el mundo, como centro de conservación y documentación y a la vez organiza conferencias, producciones, talleres creativos y actos en relación a este arte.
Su biblioteca dedicada a esta temática es la más grande del mundo, especializada sobre todo en libros de lengua francesa y flamenca, con más de 100.000 publicaciones, de las cuales 60.000 son libros, 38.000 revistas y otras 4.000 obras de referencia.
Contiene un largo número de documentos originales, ha recibido más de 8.000 dibujos e ilustraciones, conservados en muy buenas condiciones, que suelen ser expuestos durante los talleres y seminarios.
Desde su apertura, el centro, con toda su riqueza, ha sabido captar la atención a un número cada vez mayor de visitantes, y de los 200.000 que en 2013 pasaron por sus salas el 80% fueron extranjeros, y de ellos el 4% procedían de España, siendo estos la cuarta nacionalidad en número de visitantes.
"Tenemos unos 200.000 visitantes que pagan entrada, más del 70% de nuestros ingresos proceden de aquí", dijo Auquier.
Además desde principios de septiembre este museo de las viñetas es también el primer centro belga en sumarse a Google StreetView, una tecnología que permite pasear por el museo desde la pantalla del ordenador en casa.
El director del centro señaló que "el objetivo para los próximos 25 años es ser el reflejo de lo que será la sociedad dentro de 25 años", y que por ello intentan adaptarse a las nuevas tendencias.
"No tienen por qué desaparecer los cómics en papel, una fórmula que tiene muchísimos años de vida. Pero hace falta readaptarse al mundo digital, igual que han hecho los medios de comunicación", enfatizó.