La prisión utilizada por la ONU en Scheveningen, el distrito costero de la ciudad holandesa de La Haya, será la nueva "casa" del ex general y presunto criminal de guerra serbio Ratko Mladic, en la cual en pocas horas estará alojado. El penal parece un castillo medieval, con una enorme puerta de ladrillo descubierto, flanqueada por dos pilares y rodeada de un grueso muro.
Pero para Mladic, al igual que para los cerca de 50 ocupantes de Scheveningen, no habrá ni paseos a orillas del plateado y ventoso mar del Norte ni degustación de platos típicos holandeses. Su vida, contrariamente a la que ha tenido en estos últimos 16 años en los que ha sido prófugo de la justicia internacional, no tendrá nada de sibarita. En ese lugar se alojan temporalmente algunos de los criminales de la guerra de los Balcanes (1992-1995).
Recibirá el mismo tratamiento que Slobodan Milosevic e iguales medidas que el ex líder político de los serbobosnios Radovan Karadzic. El primer "huésped" que habitó sus celdas fue el serbobosnio Dusko Tadic (1955), un ex karateka reconvertido en matón sanguinario, que también se ganó el apodo de "carnicero" por los crímenes cometidos en el campamento de concentración serbio de Omarska en Bosnia, en aquellos años lúgubres de la última guerra de los Balcanes. Condenado a 20 años de cárcel, cumple su condena actualmente en Alemania.
Eso mismo ocurre con otros presuntos criminales de guerra en Scheveningen: pasan un período de tiempo allí, hasta que son condenados. Su celda (privada) consiste en unos 5 metros cuadrados, una mesa, una silla, una televisión (con TV por satélite), un camastro, un retrete y ducha, servicio médico en caso de urgencias, y poco más.
En la cárcel hay una zona de ocio de acceso restringido en la cual se puede jugar, por ejemplo, a los dardos, o a juegos de mesa, como el ajedrez. Si tiene ganas de leer, podría acudir a la biblioteca de prisión. Todo depende del grado de seguridad que se le atribuya. Por ello, estará siempre vigilado y el TPIY se cuidará especialmente de que no se mezcle con otros detenidos de la guerra de Bosnia.
Una vez que llegue al lugar, deberá pasar por una "comparecencia preliminar", en la cual se le leerá el acta de acusación, cuidadosamente elaborada por el TPIY en 1995, cuando se emitió, al igual que con Milosevic y Karadzic, una orden internacional de captura en su contra. En sus líneas fundamentales se le preguntará si se declara culpable o inocente de los cargos y ahí comenzará todo. Según los expertos, el juicio podría dilatarse "años", si Mladic lo resiste.
En tanto, según detalla la página web de la radiotelevisión NOS, varias unidades móviles de televisión, con sus características antenas parabólicas, se han colocado en el perímetro de la cárcel a pesar de las fuertes medidas de seguridad.
La policía holandesa colocó vallas y vehículos antidisturbios en previsión de que pueda haber problemas o de que grupos de serbios residentes en Holanda puedan concentrarse ante la cárcel para mostrar su apoyo a Mladic.
Serbia puso hoy en marcha la extradición a La Haya de Mladic, poco después de que un tribunal desestimara su recurso para evitar la medida.