"Mi juego es ofensivo, técnico, de gran despliegue físico  y puedo hacerlo por ambas bandas. Me inicié como mediocampista ofensivo, pero desde los 12 años que juego como volante o lateral. Me gusta como lo hacen Marcelo, de Real Madrid, y Philipp Lahm, de Bayern Munich". Con esas palabras, el lateral Miiko Albornoz define sus características como futbolista a La Tercera.

El jugador sueco de 23 años, de padre chileno y madre finlandesa, ha sido una de las grandes revelaciones del fútbol europeo y, según la prensa inglesa, son varios clubes de la Premier League y la Championship (Segunda División) que lo tienen en carpeta.

De hecho, en los últimos días tomó fuerza la noticia de que Manchester City y Reading están bastante convencidos de ficharlo, por encima de otros cuadros como Aston Villa y Everton, que antes ya habían consultado valores y situación contractual, según confiesa su padre Manuel.

De concretarse ese importante paso sería su segunda incursión en la isla, pues a los 15 años ya estuvo entrenando en Londres con Chelsea. En agosto Fiorentina también se interesó en él.

En Inglaterra trascendió que Malmo, su club, con el que tiene contrato hasta 2015, pide cerca de cuatro millones de dólares por su carta.

Ante el supuesto interés de esos cuadros británicos, el formado en Brommapojkarna (donde jugó con su hermano Mauricio) es bastante cauto. "Ciertamente es un honor que tales equipos se fijen en mí, pero esos temas los está viendo mi agente (la empresa Essel Sports)", dice.

Si bien el volante ha sido internacional sueco desde niño, aún no debuta  por la adulta, por lo que podría actuar por la "Roja", el mayor sueño de su padre. Y por eso, espera alguna vez el llamado de Jorge Sampaoli, quien ha tenido inconvenientes para encontrar laterales, sobre todo cuando no ha estado Mauricio Isla.

"Desde los 15 años que he sido seleccionado de Suecia, aunque si fuera nominado (por el casildense) por supuesto que me gustaría jugar y llegar a un Mundial. Chile tiene un buen nivel, lo que lo ha llevado a que varias selecciones de gran nivel medir sus fuerzas con ellos. Y en la Copa del Mundo todo puede pasar", afirma.

Albornoz no ha perdido la ilusión de vestir la camiseta chilena. Eso sí, reconoce que "nadie me ha contactado de la Selección y sólo he oído rumores de su supuesto seguimiento, aunque ignoro si eso es verdad o no".

Por estos días se encuentra en Olmué para pasar las fiestas de fin de año junto a su familia y reconoce que en los últimos días ha tratado de informarse más del fútbol chileno.

"No conozco mucho de la liga chilena y a la Selección sólo la he podido ver por televisión. Asistí recientemente al partido de Universidad de Chile con Palestino (de la liguilla) y en mi visita anterior fui con mi familia a varios partidos de Wanderers", reconoce.

El 2013 cierra con buenas expectativas para Albornoz, luego de que comenzara con la acusación de abuso sexual con una menor de 14 años, uno menos de los que la ley sueca exige para que  la relación se considere consensuada, como el jugador explicó que fue.