La gira de la controvertida "princesa del pop" llegó a Londres. Y es que luego de una larga espera, Britney Spears desplegó anoche su primer show en Europa en el marco de su tour mundial.

Suspendida de un trapecio circular y oculta bajo un traje de domadora y unos lentes de sol, Spears se presentó ante los cerca de 20 mil seguidores que acudieron al recinto O2 Arena de la capital británica interpretando "Circus", el tema que da nombre a su último disco.

De acuerdo a medios locales, la artista estadounidense protagonizó un espectáculo impregnado de principio a fin por la estética circense y por la cuidada escenografía, además del vestuario de la estrella de "Womanizer", quien se cambió de ropa en varias ocasiones.

Sin embargo, recalcaron el trabajo de los acróbatas, payasos y malabaristas quienes "taparon" las carencias de Spears, que ya no cuenta con la agilidad que mostraba en sus comienzos.

Además, la interpretación vocal resultó en muchos casos "sospechosa", al parecerse en exceso a la que uno puede escuchar reproduciendo su disco.

La prensa destacó la interpretación de "Everytime", la única balada del show que sirvió de telón de fondo para que la estadounidense saludara al público y recordara "lo feliz que se siente cada vez que pisa Londres".

Spears también recordó sobre el escenario su éxito "A piece of me" que mezcló con clásicos como "Toxic" y "I'm a slave for you".

La cantante eligió la ciudad estadounidense de Nueva Orleans (Luisiana, EEUU) su tierra natal para dar inicio a una gira que la devuelve a los escenarios cinco años después, desde que se viera obligada a cancelar la de "Onyx Hotel" por problemas personales.