Pablo Galdames Díaz fue un jugador de pierna fuerte. Con pasado en equipos de Chile, México, Argentina y Colombia, el exseleccionado nacional hoy ve cómo sus tres hijos siguen su huella. Pablo (18), Thomas (17) y Benjamín (14) son futbolistas y juegan en el club donde su padre se formó: Unión Española.

El mayor de los Galdames Millán es una de las principales figuras de los hispanos. Con sólo 18 años, Pablo se instala como una de las promesas más atractivas del fútbol chileno. Al igual que el padre, Pablo hijo juega de volante central. Sin embargo, los dos coinciden en las diferencias que existen en el juego de ambos.

"En el fútbol que jugaba mi papá, como que buscaban mucho que los contenciones se quedaran. Siempre centralizados y que le den rápido la pelota al volante de creación. Ahora creo que ha cambiado el fútbol y los volantes mixtos tenemos muchas libertades. Entonces tengo más llegada al arco, y gracias a mi dinámica, me favorece mucho", asegura el joven mediocampista de Unión Española.

Pablo Galdames padre concuerda con el mayor de sus tres hijos: "Pablo es un volante más mixto. Yo recuerdo que también tenía buen despliegue físico. Pero la diferencia está en que él siempre fue un volante ofensivo y tuvo que insertar a su juego la recuperación de balón". Además agrega que lo "aconseja con tips" y le insiste que "sea simple para jugar, que asegure los pases y juegue para adelante. Que dosifique. No siempre tiene que ir para adelante a mil. Una sí, otra no. Debe alternar con el otro volante".

El patriarca de los Galdames afirma estar "muy orgulloso de sus hijos". Pero existe una regla que aplica para los tres. Sin excepciones. "La carrera de futbolista no es muy larga. A los 35 años prácticamente está en su finalización. Entonces algo tienen que estudiar. Por lo pronto deben terminar la enseñanza media bien y en la medida que puedan, terminar a la par una carrera universitaria", enfatiza el actual entrenador de la selección de fútbol de la Universidad Santo Tomás.

Este año, Pablo estuvo a punto de entrar a estudiar a la Universidad Santo Tomás. Pero luego de una conversación con su padre, decidieron privilegiar su prometedora carrera como futbolista. Si bien el mayor de los Galdames Millán es una de las promesas del medio local, que mañana se enfrentan a la U, en las inferiores de Unión Española hay otros dos Galdames que están destacando con la camiseta de los hispanos.

Thomas y Benjamín son los otros dos hijos de Pablo Galdames. El primero juega de central por izquierda o lateral, es zurdo y estuvo peleando un cupo para el Mundial Sub 17. De hecho, hizo la gira con la Selección a Inglaterra y Sudáfrica. Pero es Benjamín quien más llama la atención. El menor del clan Galdames es un 10 clásico y es el capitán de la categoría Sub 14 de Unión Española. "El Benjita es un jugador muy técnico. Yo lo veo jugar y pareciera que no tiene 14 años. Es super inteligente, sabe entender muy bien el fútbol y creo que si sigue como va, ojalá Dios quiera, pueda llegar a ser un grande", asegura su hermano, Pablo Galdames Millán.

César Vaccia fue entrenador de Pablo Galdames padre en su último año con la U en la temporada 2000. El exestratega azul afirma que los dos Pablos "se parecen mucho" y "es muy difícil establecer quién es mejor". Pero agrega que el actual volante de Unión Española "podría ser en un momento dado un seleccionado nacional y jugar en el extranjero como su padre. Es un chico que no tiene techo y tiene mucho por dar todavía". 

Profesores

Asimismo, Vladimir Bigorra, actual jefe de cadetes de los hispanos, asegura que "Pablo chico siempre tuvo mucha confianza. Estuvo siempre con esa sobriedad de que él llegaba a Primera división, que iba a jugar con Unión. Desde chico siempre tuvo esa estructura. Un hombre que tenía mucha confianza en sus capacidades", afirma el entrenador de inferiores.

Hoy Pablo Galdames Millán comparte camarín con jugadores casi diez años mayor que él. Una diferencia que no intimida al volante, quien asegura: "Es un sueño estar en un camarín con tantas figuras". Sus "mejores consejeros" son los argentinos Gonzalo Abán y Juan Carlos Ferreyra.

"Al principio, cuando recién empecé a jugar, me pasaba que perdía una pelota y me frustraba. Entonces ellos me decían que eso no lo tenía que hacer, porque con la capacidad que tengo apenas pierda la pelota debo ir corriendo a recuperarla, que esté tranquilo", explica el dorsal 27 de Unión Española.

Papá Galdames está feliz. Sus tres hijos forman parte de la camada de recambio del fútbol chileno. Ante la pregunta si los retoños serán mejor que el padre, Pablo se lo toma con humor y asegura: "A mí de verdad me pone contento que la gente me diga que mi hijo es mucho mejor que yo, porque se nota que hice una buena pega. Con eso me quedo tranquilo", relata un papá orgulloso.