Federico el Grande, Goethe o Napoleón Bonaparte son algunos de los personajes históricos asiduos al "Agua de Colonia". Hoy, el clásico perfume que fue concebido en Colonia (oeste de Alemania) hace 300 años, celebra su aniversario con el mismo éxito que cuando se descubrió.
El 13 de julio de 1709, Johann Maria Farina (1685-1766), natural del norte de Italia pero establecido en Colonia, fundó en la ciudad alemana una fábrica de perfumes y descubrió una nueva esencia a la que denominó "Eau de Cologne" ("Agua de Colonia").
EAU DE COLOGNE
Lleno de entusiasmo, así se refirió Farina a su criatura: "He descubierto un aroma que me recuerda a las mañanas de primavera en Italia, a los narcisos silvestres y las hojas de naranjo recién mojadas por la lluvia".
Con esa mezcla tan peculiar, el resultado fue un perfume fresco y muy ligero, que no tenía nada que ver con las esencias espesas y cargadas que se conocían hasta la fecha.
Pero el "Agua de Colonia" de Farinas no sólo revolucionó la industria perfumera por ser innovador, sino porque además su creador empleó un procedimiento totalmente visionario.
El italiano cogió alcohol puro, lo destiló, y disolvió después en la solución algunos extractos aromáticos: lima, limón, bergamota, pomelo o naranja, entre otros.
Poco tardó el "Agua de Colonia" en ganar adeptos entre las celebridades del siglo XVIII y en hacerse con la categoría de artículo de lujo.
De hecho, un funcionario común de la época debía pagar la mitad de su salario anual a cambio de un frasco pequeño.
En 1747, el perfume tenía ya un éxito innegable, se exportaba a todos los países europeos, y aquél frasco con un tulipán rojo como sello pasó a ser inconfundible.
ORIGINAL FRAGANCIA
Así, el "Agua de Colonia" se convirtió en víctima de los falsificadores sin escrúpulos, y a día de hoy, el número de veces que ha sido plagiado asciende a 2.000, según datos de la empresa.
No obstante, la copia que llegó más lejos fue la fabricada por un mercader de Colonia que trató de imitar al exitoso Farina en 1972, y que tras numerosas peleas, se vio obligado a rebautizar su perfume como "4711 Agua de Colonia Verdadera".
Actualmente, parece que este problema ha sido resuelto por la octava generación de la familia Farina, que sigue llevando las riendas de la empresa, bajo el larguísimo nombre de "Johann Maria Farina frente a la plaza de Jülichs SL desde 1709".
La empresa, que no sólo es la más antigua de Colonia sino también la fabrica de perfumes más vieja del mundo, cuenta con una plantilla de cincuenta empleados y sigue produciendo su Agua de Colonia según la receta original, que permanece en secreto y guardada bajo llave.
"Mientras que no se conozca la situación del cultivo, la forma de cosechar y la zona de cultivar la esencia aromática, el Agua de Colonia no podrá nunca ser falsificada", aseguran.
POPULARIDAD
Se distribuye mediante venta directa, y en torno al 85% de su producción se exporta al extranjero, donde su popularidad sigue siendo mayor incluso que en la propia Alemania.
Según explicó Johann Maria Farinas, actual director de la firma que fundara su antepasado, fabrican asimismo otros 25 perfumes, pero el "Eau de Cologne" sigue siendo su producto estrella.
Para la ciudad de Colonia, la anécdota supone uno de los mejores reclamos publicitarios, ya que según comentó el jefe de la oficina de Turismo de la localidad, Josef Sommer, muchos turistas acuden allí atraídos sólo por el perfume y la historia que le rodea.
Con motivo de su 300 aniversario, se ofrecerán recorridos por la antigua fábrica que vio nacer el "Agua de Colonia", convertida hoy en museo y llena de antiguos frascos, documentos, aparatos para destilar y muebles.
Paralelamente, se lanzará al mercado el libro "Eau de Cologne 300 años de Farina", escrito por Markus Eckstein, y en el que se describe la personalidad del fundador de la marca, a través de 48 páginas con fotos e ilustraciones.