"Antes funcionábamos como un colegio de hombres, ahora somos un curso mixto", dice el comediante Sergio Freire para resumir la característica más importante de la nueva temporada de El club de la comedia: la mayor presencia femenina. Aunque, desde su estreno en 2007, el programa de Chilevisión había tenido a gente como Nathalie Nicloux, Jani Dueñas y Jenny Cavallo en sus filas, en el inicio de su nuevo ciclo -la primera semana de junio-, habrá un mayor equilibrio entre ambos géneros: al elenco se sumaron cuatro mujeres, las actrices Daniela Aguayo -quien montó Las niñas araña-, María Paz Jorquiera, Andrea Munizaga y María José León.

Gracias a eso, Alison Mandel dejará de ser la única mujer del elenco estable, que hasta el año pasado completaban Pedro Ruminot, Sergio Freire, Fabrizio Copano, Patricio Pimienta y Rodrigo Salinas. "Queremos que las mujeres tengan amplio espacio, mucha y merecida voz en los monólogos, en los gags. Es más, dentro de las reuniones creativas y monólogos destacan mucho", explica Alex Hernández, el director del Festival de Viña que se incorporó como nuevo productor ejecutivo del espacio a partir de este ciclo. Además, ahora agregaron a su primera guionista mujer, Sandra Arriagada (Graduados).

Según cuenta Ruminot, director del espacio, la selección de los nuevos rostros femeninos se hizo a través de un llamado a casting al que postularon 300 personas. "Llegaron de señoras de 60 años hasta escolares", dice y agrega que le tiene especial fe al nuevo integrante masculino: Sergio Domínguez, más conocido como Panqueque, quien fuera parte del programa de Vía X, Los improvisadores. "Estuve dos años tratando de traerlo, pero no teníamos el presupuesto", comenta, atribuyendo su llegada al hecho de que ahora tienen a Hernández como productor ejecutivo, lo cual ha traído una serie de mejoras en términos de presupuesto y otras condiciones: este año la temporada tendrá 18 capítulos y no 24 como en 2012, lo que permite dedicar más tiempo a cada episodio.

Según explica Hernández para este nuevo ciclo, "más que conservar o cambiar, queremos volver a la esencia, al origen, que es divertir riéndose de todo lo cotidiano". Una de las maneras de lograrlo es desde la etapa creativa: "Había un trabajo casi en piloto automático, pero cambiamos el proceso", dice Ruminot. Y Hernández detalla que ahora se hace trabajo de taller y largas reuniones creativas con acento en la autocrítica y el ensayo y error. Así, ya se han grabado 350 gags.