Pablo Hernández llegó al Celta de Vigo bajo el alero de Eduardo Berizzo. El argentino nacionalizado chileno alcanzó figuración en el O'Higgins campeón el año pasado, de la mano del "Toto", y partió a Galicia para su primera experiencia europea. No obstante, su estadía no ha sido la mejor, entre las lesiones y las críticas de los hinchas hacia su juego.

Partió de Rancagua por 2,2 millones de dólares, pero las molestias musculares no lo dejaron tranquilo. En julio, durante la pretemporada de su club, sufrió una rotura fibrilar grado II en el recto anterior de su muslo izquierdo, que lo sacó de combate por cuatro semanas. Fue una recaída de la lesión que no le permitió ser alternativa para Jorge Sampaoli en la nómina mundialista.

Finalmente, debutó el 30 de agosto, ante Córdoba, jugando los últimos cinco minutos. Su momento más recordado fue cuando le anotó de taco (ya sea por destreza o por azar) al Atlético de Madrid, cuando se estrenó como titular en el Celta. Pero desde entonces, sus actuaciones no han sido vistosas. Durante su estancia en Balaídos, él ha afirmado que desconoce lo que quieren los hinchas. "Yo no soy ni Messi ni Cristiano Ronaldo, no sé qué esperan ver. En mi posición uno trata de jugar y de hacer jugar al equipo. No creo que la gente espere ver a un Messi o a un Ronaldo", afirmó Hernández hace un mes. En total, ha jugado 12 partidos y tiene un gol.

A fines de noviembre, al final de una práctica, sufrió un esguince leve en su tobillo izquierdo, que lo mermó antes del duelo ante Eibar, que terminaron perdiendo. Al final fue citado para ese encuentro, pero no jugó. Tres lesiones durante el semestre que lo han disminuido, justo cuando es carta en la Roja. Pensando en la Copa América, el tucumano es el relevo frecuente de Jorge Valdivia, siendo más opción para el cuerpo técnico que Matías Fernández, de buen presente en Fiorentina.

Necesidad de ganar

A lo menos, en la Copa del Rey llegó la recuperación del Celta de Vigo. El elenco gallego venció el pasado martes por 3-1 a Las Palmas, clasificando a los octavos de final del certamen. No obstante, hoy (a las 16.45 horas de Chile) tiene la chance de levantar en La Liga, ante Almería. El equipo de Berizzo suma cinco partidos sin ganar y cuatro caídas seguidas, sin goles a favor. Como aliciente, su rival de esta tarde tampoco goza de un presente positivo. El ex equipo de Hans Martínez tiene 10 puntos y es penúltimo, compartiendo la zona de descenso con Córdoba y Elche.