Por lo fiel de su público, las cintas centradas en el miedo siempre son parte de las carteleras, pero no destacan por su calidad argumental. Pero una película llegó a romper con esta regla. El conjuro, de James Wan, se adueñó del primer lugar de la taquilla estadounidense con US$ 41 millones -alzándose como el filme original de terror con el mejor estreno, según New Line Cinema- en su fin de semana debut y logró la aprobación de la crítica, reflejada en el 85% de críticas positivas en el sitio Rotten Tomatoes.

La misma cinta que llegará a salas nacionales el 20 de agosto para narrar una historia basada en un caso real: el de la familia Perron, quienes a principios de los 70 decidieron mudarse a una casa campestre en Rhode Island. Pero lo que ellos ignoraban, como lo dejaron establecido en sus archivos los investigadores paranormales Edward y Lorraine Warren -los mismos que registraron los sucesos de Amityville-, es que el lugar albergaba un espíritu que haría de sus vidas una pesadilla. Sólo la intervención de los Warren (interpretados por Vera Farmiga y Patrick Wilson) daría una luz de esperanza a Carolyn y Roger Perron (Lili Taylor y Ron Livingston).

"Se necesita muy poco tiempo para que El conjuro sumerja al espectador en su hechizo, ya que convierte temblores aparentemente menores en estremecimientos de terror", dice el comentario de Variety. Una de las muchas críticas positivas que acompañaron el debut de una cinta que tuvo su génesis 20 años atrás, cuando Ed Warren mostró una de las grabaciones del caso Perron al productor Tony DeRosa-Grund, quien dedicó 15 años a encontrar el estudio que estuviera dispuesto a llevar a pantalla la historia. Sin embargo, la aparición de los hermanos y guionistas Chad y Carey Hayes fue la primera luz de un camino que llevó a New Line Cinema, propiedad de Warner, a apostar por la cinta en 2009.

Pero todavía faltaba un director. La elección recayó en James Wan, el australiano que comenzó a hacerse de un nombre con El juego del miedo (2004), la primera cinta de la saga con tinte gore . Aunque en estas últimas sólo fue productor, su vínculo con el género no decayó y, tras crear cintas en la línea de su ópera prima, como Dead silence, dio el siguiente paso con Demonio. Película de 2010 donde Wan maduró su apuesta por el horror recurriendo a la vieja escuela, donde lo que no se ve es lo que más asusta.

"Cuando tú trabajas con este tipo de cosas (lo sobrenatural) es difícil no haber oído sobre los Warren. Siempre encontré que eran fascinantes y decía: 'alguien debería hacer una película sobre ellos' (…). Así que cuando llegó el ofrecimiento con su historia supe de inmediato que debía volver a un estudio", dijo Wan a Entertainment Weekly, sobre su llegada al proyecto que, tras 38 días de rodaje, se convirtió en El conjuro. Y mientras el realizador se apresta para su incursión en el cine de acción con la séptima parte de Rápido y furioso, además del debut en septiembre de la segunda parte de Demonio, la secuela de El conjuro está en marcha. Farmiga y Wilson firmaron con Warner y encarnarían a los Warren en otro caso donde el terror fue parte de la vida real.