La localidad de Waco, en Texas,  tristemente célebre por la mortífera confrontación en 1993 entre miembros de la secta Davidiana y agentes del FBI, que terminó con unos 80 muertos (entre ellos varios niños), hizo nuevamente  noticia este fin de semana. Una disputa entre cinco bandas de motoristas rivales provocó el domingo un tiroteo en el estacionamiento de un restaurante llamado Twin Peaks, con un fatídico balance de nueve muertos y 18 heridos.

"En 34 años de servicio, es la escena de crimen más violenta en la que he estado. Había sangre por todos lados", declaró el sargento Patrick Swanton al diario Waco Tribune. En la escena del crimen se recuperaron al menos 50 armas, y fueron arrestadas 170 personas en relación con la mortal disputa. El jefe de policía del condado de McLennan, Parnell McNamara, que participa en la investigación, señaló que los nueve muertos pertenecían a las bandas de los Bandidos y de los Cossacks.

Clasificadas como "Pandillas de  Motociclistas Fuera de la Ley" por el Departamento de Justicia, estas bandas surgieron a partir de un movimiento de la contracultura estadounidense de la segunda mitad del siglo XX, según consigna France Presse. Reconocibles por sus chaquetas de cuero  negras que llevan las insignias de la banda, estos grupos fueron en su origen clubes para individuos con ideas afines, que compartían el amor por las motos y la desconfianza hacia las autoridades.

Pero varias bandas -que eligen a sus propios jefes y tienen sus propias reglas, símbolos y ritos de iniciación- están involucradas en el crimen organizado, tráfico de armas y de drogas. En un estudio de 2014 sobre amenazas planteadas por pandillas, el Departamento de Seguridad Pública clasificó a los Bandidos en la segunda categoría más peligrosa. Fundada en los 60, esta banda participa en el tráfico de cocaína, marihuana y metanfetaminas, según el Departamento de Justicia de EE.UU. Se estima que en el país hay activas más de 300 "Pandillas de  Motociclistas Fuera de la Ley".

Seguridad pública

Pero las bandas de motociclistas son sólo una parte del fenómeno. A ellas se suman las pandillas callejeras, que constituyen una gran amenaza para la seguridad pública, y las bandas de las prisiones. Pese a que, al menos, 36 estados del país han aprobado leyes estrictas para enfrentar los delitos de estos grupos, las pandillas van al alza.

Según la Evaluación Nacional sobre la Amenaza de las Pandillas, hasta abril de 2011 existían 33.000 pandillas con cerca de 1,4 millones de miembros. El informe realizado por el FBI, agrega que estos grupos fueron responsables de cerca del 48% de los crímenes violentos en las mayorías de las jurisdicciones.