El grupo jihadista Estado Islámico de Irak y Siria (Isis) avanza sobre territorio iraquí y sirio implantando el terror entre los habitantes de los pueblos tomados por sus sanguinarias prácticas que incluyen ejecuciones y torturas.
Los insurgentes sunitas aplican castigos corporales que van desde cortar los dedos a los fumadores hasta la crucifixión, según publica hoy el diario español El Mundo.
Por otro lado, la organización Human Rights Watch (HRW) publicó ayer un informe en que denuncia la utilización de las tropas del Isis de menores de edad de 14 años en el campo de batalla a través de programas educativos.
Estos adolescentes son formados en el uso de armamento, pero también son utilizados para perpetrar ataques suicidas, según el documento de HRW en base a las entrevistas de 25 combatientes y ex combatientes reclutados de niños.
De acuerdo a la agencia de noticia EFE, los entrevistados por HRW han participado en actos de violencia como francotiradores o espiando al enemigo, así como guardas en los puestos de control, atendiendo a los heridos en el campo de batalla o en tareas logísticas como el transporte de municiones a los frentes de guerra.
Los menores se unieron a los grupos armados por varias razones: muchos siguieron a sus parientes o amigos adultos, mientras que otros estaban viviendo en medio de los combates sin recibir ningún tipo de educación.
Otra de las formas en que Isis infunde terror en la región son las ejecuciones sumarias, civiles asesinados a quemarropa y autos acribillados al azar, tal como destaca el portal Infobae.
Los insurgentes suben a la web numerosos videos para aterrorizar a la población y al ejército iraquí, como muestra de lo que son capaces de hacer.