A cada paso visible por Santiago, Paolo Guerrero atrae decenas más. Y no sólo de periodistas acechándolo en busca de una declaración respecto a la Roja, sino de peruanos fanáticos esperándolo como si fuera una estrella de rock. De hecho, probablemente sea más que eso para ellos. Es el autor del autógrafo más valioso y del gol más celebrado. Su jineta de capitán de la selección de Perú es una mera consecuencia de su importancia, ya que es la gran esperanza del cuadro albirrojo. Y en la antesala del partido de este martes ante Chile, por las Eliminatorias, el deseo de verlo brillar con el combinado incaico es aún mayor.

"Él es tan admirado en nuestro país porque es muy aguerrido cuando juega por la selección", sostenía, hace poco más de dos semanas, un obrero peruano, después de abandonar, junto a otros compatriotas, su labor en la construcción contigua al hotel Sheraton para abordar al ariete, de paso por la ciudad para enfrentar a Palestino con la camiseta de Flamengo. Solícito con sus apasionados coterráneos, posó para fotos y distribuyó autógrafos a quien se cruzó en su camino.

En el Monumental, mandó un pelotazo al palo y exhibió un tímido desempeño en la victoria 1-0 ante los árabes. Tras el encuentro, justificó su deslucido juego sosteniendo que venía de 10 días sin jugar debido a problemas de salud, pero aun así no ha logrado destacar en el cuadro de Río como lo ha hecho jugando por su país o en Corinthians, su anterior club. En el equipo carioca ha vivido altibajos desde su llegada, en 2015, en calidad de goleador de la Copa América.

Para esos fanáticos que lo abordan y lo adulan, pareciera no deber nada. Pero él sí que ve deudas pendientes. Una de ellas a cancelar este martes, ante la Roja.

"Con la selección venimos jugando de manera muy intensa y buscaremos hacerle un gran partido a Chile. Siempre son duros los partidos contra ellos y en el último nos quedamos con una espinita clavada, porque perdimos un jugador a los 15 minutos y no pudimos ganar el partido. Espero que no se cometan nuevamente ese tipo de errores", expresó el ariete, en su paso por Santiago para el partido ante Palestino.

La devoción peruana por El Depredador es un reflejo de la jineta que rodea su brazo, su récord histórico de goles en la selección de la franja roja (registra 28 tantos en 76 encuentros) y su importancia en el equipo, con el cual anotó un golazo en el 2-2 del pasado jueves ante Argentina.

Para el dorsal nueve de los incas, cantar el himno en la cancha es la antesala de un momento especial: "Siempre estoy motivado al jugar por la selección de Perú, siempre debo estar al 100%. Debo jugar en alto ritmo, con intensidad", dice, consciente de su rol protagonista dentro del cuadro del Rímac, que no se ve en un Mundial desde 1982 y que deposita en Guerrero todas las esperanzas. De los "Cuatro Fantásticos" peruanos (Paolo Guerrero, el delantero Claudio Pizarro, el mediocampista Jefferson Farfán y el lateral izquierdo Juan Vargas), grupo de figuras que vive sus años finales y ya tuvo su mejor momento para guiar a los albirrojos, él es el único nominado regularmente en los días de hoy.

Pero en su club el prestigio no es tan fervoroso. Si bien es respetado en Brasil, eso no le da la titularidad indiscutida en el equipo que vio jugar a Zico.

Paolo Guerrero llegó al Flamengo como un fichaje de peso por sus dos títulos de goleador de la Copa América (en 2011 y 2015) y la historia que construyó en el Corinthians, donde anotó el gol de la victoria por 1-0 ante el Chelsea en la final del Mundial de Clubes de la FIFA, es decir, el más importante de la historia del equipo. Y llegó deslumbrando a los hinchas en Río, al firmar el gol de la victoria 1-0 ante Grêmio en el Campeonato Brasileño y exhibir una destacada actuación. Pero, al final de la temporada, sólo marcó 3 veces en 17 encuentros.

Este año, el panorama mejoró, pero tampoco ha correspondido con las expectativas iniciales. Lleva cinco goles en 14 partidos de la liga brasileña, no anotó ninguno en tres encuentros de la Copa Sudamericana y acumula 14 tantos en 37 duelos por su club. Además, tras la llegada del ex seleccionado brasileño Leandro Damião, recibió un competidor más en la lucha por la titularidad. Escueto en sus palabras, pero sincero, el crack peruano dice que "aún falta" para que llegue su "mejor nivel en Flamengo".

Gonzalo Jara ya anticipó la dificultad que conlleva tratar de frenar al ariete: "Perú basa mucho su juego en Guerrero, que aguanta muy bien la pelota. Él es uno de los jugadores que más me ha costado marcar", aseguró el zaguero. Y es que ésa es la actitud que se espera de él ante la Roja, en el duelo a vida o muerte del Clásico del Pacífico.