Michael Ziccardi, un veterinario con experiencia en 50 derrames petrolíferos, está en el centro de la campaña para el rescate de animales del Golfo, que entró en alerta esta semana tras la aparición de varios delfines muertos.

Ziccardi dirige el Centro para el Cuidado de la Fauna y Flora Contaminados por Derrames de la Universidad de California y coordina desde hace semanas con el Gobierno de EEUU y unas 200 organizaciones medioambientales los planes para tratar a tortugas y mamíferos marinos si se concreta la temida tragedia ecológica en el Golfo.

La zona es hábitat de animales amenazados como las especies de tortugas marinas Kemp Ridley, Hawksbill, Loggerhead y Leatherback y el cotizado atún rojo, cuya población ha caído en más del 80 por ciento debido a la sobrepesca.

El derrame, que comenzó el 20 de abril tras la explosión de una plataforma petrolífera, amenaza también a multitud de aves marinas como los pelícanos marrones y a los alrededor de 2.000 kilómetros cuadrados de manglares de Luisiana, Texas y el sur de Florida críticos para el equilibrio del frágil ecosistema de la zona.

Por el momento, explicó a Efe Ziccardi, "ha habido suerte" ya que sólo han tenido que ser tratados varios pájaros con restos de crudo.

El grueso de la mancha no ha alcanzado la costa gracias a las benignas condiciones meteorológicas y al cuestionado uso de químicos "dispersantes", que fraccionan el petróleo en partículas pequeñas e impiden que este flote en la superficie.

Aun así, tanto Ziccardi como otras organizaciones que vigilan la situación creen que el impacto visible sobre los animales es solo cuestión de tiempo.

Margot Stiles, bióloga marina del grupo ecológico Oceana, llama la atención sobre un factor agravante, el que esta sea la época de reproducción de muchos animales.

"Hay varios peces que ponen sus huevos en abril y en los meses de la primavera (boreal) y están flotando en petróleo y no sabemos cómo se van a desarrollar", explicó a Efe Stiles.

Las tortugas marinas también se disponen ahora a depositar sus huevos en la costa y muchas aves marinas están en periodo de anidación.

"El que esto esté sucediendo en primavera realmente empeora las cosas", dijo a Efe, Laurie Macdonald, directora de Defenders of Wildlife en Florida.

"Cuanto más tiempo permanezca el petróleo en el agua, mayor es el riesgo", insiste Ziccardi.

Los datos oficiales indican que cada día se derraman unos 800.000 litros de petróleo al mar, aunque científicos entrevistados en un artículo publicado por el diario "The New York Times" estiman que la cifra podría ser cuatro o cinco veces mayor.