Apocos días de conocerse los resultados de la PSU, miles de estudiantes del país buscan una institución para iniciar sus estudios de educación superior. Pero hay un pequeño grupo que está en una situación particular: los que viven en la Región de Aysén.
La falta de una oferta académica variada los obliga a dejar a sus familias por largos periodos. "Los jóvenes parten principalmente porque hay pocas alternativas para estudiar y las carreras con mayor demanda no están, como Medicina, Derecho o la mayor parte de las ingenierías. Pero es complicado dejar tu hábitat. Por ejemplo, yo soy mamá y paso la mayor parte del año afuera", cuenta Bernardita Villegas, de Puerto Aysén, quien cursa Pedagogía en Lenguaje en la Universidad Academia de Humanismo Cristiano en Santiago.
La primera universidad estatal en la zona, cuya apertura se proyecta para marzo de 2017, busca potenciar la dotación de profesionales para impulsar el desarrollo de una de las zonas más extensas del país y con uno de los más bajos aportes al PIB. El rezago regional lo evidencia, además de la baja inversión extranjera.
Ante este panorama, el reto de la futura universidad incluye aumentar la mano de obra calificada y también la escasa oferta educacional actual, que abarca principalmente carreras enfocadas al nivel técnico profesional. A esto se agrega retener a los cerca de 650 jóvenes que cada año dejan Aysén para estudiar, de un total de 1.700 que egresan de enseñanza media por temporada, según cifras de la Seremi de Educación.
Además, se considera que la tasa de deserción estudiantil fuera de la región asciende a 20%, en lo que incidiría las complicaciones para adaptarse a culturas y ciudades que distan de las costumbres propias. "Las condiciones geográficas, las características territoriales, hacen que seamos muy aclanados. Y obviamente, es un elemento que afecta. Este no es Chile, tiene características culturales y sociales muy distintas del Chile de Puerto Montt hacia el norte. Ni hablar de las características geográficas, de conectividad y económicas. El desarraigo es un problema que afecta", explica el seremi de Educación, Patricio Bórquez.
Aysén cuenta con cerca de 94 mil habitantes. Para esta población, los centros de educación disponibles, en su mayoría en Coyhaique, cuentan con una matrícula total de 1.600 alumnos.
Según el INE, el ingreso medio en la región, en 2013, se situaba en $ 453.749, mientras el ingreso medio por hogar ascendía a $ 868.666.
"Es terrible separarse de los hijos, porque como patagones somos muy apegados a nuestras familias. Además, hay otro costo, el económico, que es igual de complicado. Ya por nuestro aislamiento, salir de Chile Chico a Coyhaique en la barcaza y de ahí partir a Balmaceda para recién tomar un avión es carísimo (…). En mis dos hijos gasto al mes unos $ 700 mil y ganamos solo un poco más", confiesa Teresa Alarcón, presidenta del Centro de Apoyo a Estudiantes de Educación Superior de Chile Chico.
Para colaborar con la mantención y traslados de los estudiantes fuera de la región, el gobierno cuenta, entre otras ayudas, con la Beca Patagonia Aysén, que actualmente beneficia a 1.840 estudiantes, con aportes que van desde unos $ 2 millones anuales.
LA ESPERADA UNIVERSIDAD
"La Universidad Estatal de Aysén deberá implementar estrategias para promover la retención de los estudiantes que ingresen a la universidad y para acoger a aquellos aiseninos que tanto quieran retornar a la región, como aquellos que desertan de otras ciudades a continuar estudios superiores en Aysén", afirma la Intendenta de la región, Ximena Ordenes.
El perfil de la futura universidad y su ubicación surgirán de un proceso de participación ciudadana y del trabajo de un Comité Ejecutivo. Según el seremi de Educación, la implementación de esta casa de estudios será gradual, con unas dos carreras para unos 200 alumnos en un comienzo.
"Vemos que de los cerca de 1.700 alumnos que están dando la PSU al año, y que está demostrando interés por la educación superior, hay un 60% que se está quedando acá, estudiando o no, o simplemente trabajando (…). Debemos motivar a esos jóvenes para que sean candidatos a nuestra universidad, también retener a los que se están yendo, porque es muy baja la tasa de titulados que retornan", agrega Bórquez.