Muy contenta con su nuevo récord mundial de salto con garrocha se mostró la rusa Yelena Isinbayeva, que se desahogó tras su frustrante actuación en el Mundial de Berlín.
En aquel certamen la rusa decepcionó tras quedar eliminada con tres intentos nulos, hecho que dejó en el olvido ayer con una nueva marca de 5.06.
"Me encontraba muy fresca, deseando batir el récord, pero me sorprendió que resultara tan fácil. Tenía hambre de récord", indicó.
"Me siento fenomenal. Es increíble, después de un fracaso semejante en Berlín, pero en parte me alegro de haber sido derrotada allí porque de otra forma no hubiera tenido hambre de récords", explicó.
Desde el 18 de agosto del 2008, cuando saltó 5,05 en los Juegos Olímpicos de Beijing que Isinbayeva no había batido su récord al aire libre, aunque sí dos en pista cubierta.