por Washington Guerra

El 30 de diciembre de 2006 hubo un antes y un después en Irak. Ese día se produjo la muerte de Saddam Husein, quien estuvo 24 años gobernando el país.

Con su captura y posterior ejecución (fue ahorcado en Bagdad) se acabó una dura lucha de todo un país, donde el fútbol no quedó ajeno.

A partir de ese día, la Liga Premier de Irak sufrió un profundo cambio, aunque en realidad este había comenzado a fraguarse tres años antes, con la muerte de Uday Husein, hijo mayor de Saddam y ex presidente del Comité Olímpico local y de la Federación de Fútbol.

Según un reportaje del año 2003 del prestigioso diario británico The Guardian, Uday torturaba a los jugadores de la selección si cometían algún error en la cancha. Lo mismo sucedía si empataban o perdían un partido.

Eso le sucedió al mediocampista Abbas Rahim Zair, quien falló un penal en un encuentro ante Jordania por las Eliminatorias para el Mundial de Japón-Corea 2002. Tras el error, consigna el artículo periodístico, Zair fue citado a las oficinas de Uday Husein, donde le vendaron los ojos y lo encerraron en una celda durante tres semanas.

"Pese a todos los problemas que ha vivido el pueblo iraquí, sus futbolistas han sabido reponerse emocionalmente. De hecho, la selección Sub 20 de Irak (que mañana enfrentará a Chile en el Mundial de Turquía) es un equipo muy emocional y lo han demostrado en los partidos que llevan disputados. Lo mismo se ve en la liga local, donde la competencia es muy fuerte", asegura el técnico chileno Julio Moreno, quien fue ayudante técnico de Bora Milutinovi en la selección iraquí, en 2009.

El hoy entrenador de la selección sub 23 de Qatar acota que "Irak es un país de mucho sacrificio. Sus habitantes saben lo que es estar en guerra y, por eso, valoro el desarrollo que han tenido en el deporte", asegura.

Actualmente, la liga iraquí está compuesta por 18 equipos, y a diferencia de hace unos años, no se juega por grupos, sino todos contra todos. Al Shorta lidera el campeonato con 51 puntos, a cuatro unidades de Al Zawra'a (el equipo más ganador, con 11 títulos) y Al Quwa Al Jawiya.

El buen pasar de esta competencia se traduce en que varios de sus jugadores han emigrado al extranjero, hecho que Moreno cataloga como excepcional. "Tienen dos muchachos jugando en Qatar, uno en Irán y otro en los Emiratos Arabes. Eso es brillante", sostiene el adiestrador chileno.

Moreno, además, asocia al buen juego de la Sub 20 iraquí con el torneo local. "Si la liga no fuera competitiva, difícilmente hubiesen llegado a la final del Campeonato de Asia Sub-19, donde apenas perdieron a penales ante Corea del Sur", complementa.

Ni la denuncia de la prensa local sobre la adulteración de la edad del arquero y del goleador de la Sub 20 aminora el desarrollo del fútbol iraquí, donde añoran seguir creciendo sin Saddam Husein.