Marcelo Díaz puede sufrir mañana el descenso con el Hamburgo. Una realidad muy distinta a la que vivía hace poco en Suiza, donde estuvo siempre arriba en la tabla con el Basilea.
El volante ha vivido un complicado año hasta el momento. Dejo el Basilea, donde fue tricampeón, para firmar en una liga más competitiva como la alemana. Pero llegó a un club que pese a los objetivos iniciales ha mostrado un bajo rendimiento, con cambio de técnico incluido, que lo tiene en el penúltimo lugar.
Además, en febrero, cuando estaba comenzando a ganarse un lugar en el equipo, en un entrenamiento Díaz sufrió la lesión del ligamento anterior de la rodilla. En abril volvió a jugar.
Las matemáticas para colmo juegan en contra del equipo del volante nacional en su lucha por salvar la categoría. Hamburgo suma 32 unidades, una más que el colista, Paderborn (31), y una menos que Stuttgart (33), que se enfrentan entre sí en la última fecha. Por si fuera poco, Friburgo (34) y Hannover (34), los otros involuvrados en en la pelea por el descenso (bajan tres en la Bundesliga) juegan en el campo del primero, y cuentan con una favorable diferencia de gol en relación al equipo de Díaz. Es decir, sólo un milagro puede permitir la permanencia del seleccionado.
Así, si se concreta el descenso del Hamburgo, cerraría una semestre negativo para el volante.